martes, 17 de enero de 2012

Como defensa, un colador

           Ciertamente que en este tema los uruguayos no han estado demasiado prestos o diligentes, para ser benévolos. Todos sabemos el atropello, la inmoralidad, la corrupción, la mentira y, en buen criollo, la enorme "mala leche" que presidieron el mancillamiento y la integridad moral de un profesional ejemplar como Luis Suárez.
           Está clarísimo que Luis "se comió" un garrón impresionante. Fue juzgado sin testigos, sin evidencia alguna. Se utilizaron argumentos inverosímiles en su contra, no se tomaron en cuenta los antecedentes nefastos de quien lo acusó, ni las burdas mentiras y contradicciones flagrantes en que Patrice Evra cayó en sus declaraciones. El poder corrupto de Alex Ferguson y su Manchester United dominaron una vez más a los alcahuetes de turno de la Federación Inglesa. Más allá de la dura, desmedida y arbitraria sanción, la carrera de Luis Suárez en Inglaterra ha quedado seriamente comprometida. A su lado caminará un estigma que jamás imaginó que debería arrastrar. Injusto, bárbaro, atroz. Será resistido en cada cancha, será perseguido en su vida privada, será objetivo de los árbitros, la siniestra prensa inglesa lo seguirá triturando cada día.
           Y qué han hecho los uruguayos? Apenas un tibio y tímido apoyo -o amague de tal- algo desabrido y soso, liviano, como para quedar bien. Dónde está la unidad inquebrantable del grupo del maestro, dónde quedó el famoso grupo de amigos que logró el 4to. puesto en un Mundial y la 15a. Copa América en la casa del poderoso vecino? Apenas declaraciones sueltas en el twitter, nunca un alegato conjunto, bien armado, con argumentos, duro y encarador. Desde la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales no salió ni un sonido, ni siquiera una payada como para disimular y decir "ey, miren que aquí estamos eh". Y volviendo a los de la barra a ninguno se le ocurrió calzarse la camiseta con la famosa imagen de Suárez en pleno festejo de un gol, la misma o parecida que la utilizada por sus colegas de Liverpool durante el calentamiento previo al partido ante Wigan, que tanto revuelo causó por aquí en tierras inglesas, donde el cinismo se pasea sin pudores por la corrompida prensa y por los miembros de la Federación Inglesa. 
           Era algo palpable y muy real el imaginarse a Cavani, a Forlán, a Lodeiro o a cualquiera de los amigos de la banda, gritando un gol mientras se levantaban apenas la camiseta oficial de su club para mostrar la imagen de Suárez con una inscripción bien grande de "Fuerza Luis" por ejemplo? El solo hecho de que esas imágenes recorrieran el mundo, haría sacar primera fila de platea, y a un precio astronómico, para verles la cara a los ingleses.

            Y en las oficinas de la AUF, también más amagues huecos. Allí y en el ámbito del gobierno nacional al principio manifestaron "preocupación", la cual muy pronto -demasiado- se disipó como el humo de un asado tras consumirse las últimas brasas.
            Lo fundamental en este caso es tratar de olvidarse de que Luis Suárez está en el estrato económico que multitudes de uruguayos quisieran estar. Es que justamente el problema que tenemos los orientales es que nunca sabemos como independizarnos de eso, sino que por el contrario convivimos con ese síndrome: "y bueno, mirá, vos sabés lo que gana Suárez? Que se arregle después de todo. Peor es levantarse todos los días a las 5 de la manana para ir a trabajar a la fábrica de lunes a sábados"
          Así no es la cosa, es muchísimo más simple que eso. Luis Suárez es un uruguayo que está en problemas injustamente, no importa lo que gane o lo que deje de ganar y sí importa que vos, vos, vos, vos y vos te moriste gritando durante el Mundial de Sud Africa en 2010 y durante la Copa Amércia en 2011. Y, entre otros, el responsable fue...Luis Suárez.