miércoles, 30 de octubre de 2013

"Would chew believe it...?"




La foto es trucada. El grito de Luis Suárez le desfigura el rostro, a la vez que los músculos y venas de su cuello parecen querer escapar de su cuerpo en medio de tanta euforia desatada. Pero tapando a medias esos músculos desacatados, aparece el cuello de una camisa blanca. Haciendo juego con ella una corbata oscura y un saco de traje del mismo tono, completan el "look" del de Salto. Sí, está claro, no lo hacen aparecer gritando uno de sus fantásticos goles en la cancha, sino el gol de su vida, porque las manos no están crispadas, sino que sostienen con firmeza el "Balón de Oro" de esta temporada. El problema es que a la pelota construida con rombos clásicos, que FIFA otorga anualmente a quien considera el mejor jugador del mundo en la temporada y que el uruguayo levanta a la vez que grita su euforia al mundo, le falta un gran trozo, algo así como una gran manzana mordida, justo a la altura de la boca de la gran estrella del Liverpool inglés.

El título de la nota es ingenioso. Todos lo son siempre, o, al menos, casi siempre. En eso los pasquines sensacionalistas ingleses son maestros. "Would chew believe it...?", que castellanizado significa "Puedes tú creerlo...?", con la salvedad de que el "you" (tú) está sustituido por un "chew" (masticar) sacado como de la galera para la ocasión, porque le da al encabezado el sentido de "Puedes masticarte esto...?" La intención del título, la pelota mordida a la altura de la boca de Suárez, todo le viene de perillas a la nota que sigue más abajo, precedida del siguiente subtítulo: "Suspendido por morder, pero Suárez está en la selecta lista para el premio mayor de la FIFA".

La página 55 del The Sun del miércoles 30 de octubre de 2013 es, como tantas otras veces, un extracto de veneno de las mejores marcas seleccionadas. El primer párrafo reza que "Luis Suárez está en la selecta lista de FIFA para nombrar al jugador top, pese a los 10 partidos de suspensión que le dieron por morder". Después de entrar en pánico y azorarse porque el uruguayo, aún después de haber sido suspendido por morder en el brazo al defensor de Chelsea Branislav Ivanovic, competirá por el prestigioso "Balón de Oro" nada menos que con Gareth Bale, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, el matutino londinense trata de hacer entender a sus lectores que "se supone que el citado premio fue instituido para recompensar la actuación y la conducta (de los futbolistas) dentro y fuera de la cancha, todo lo cual hace que el uruguayo sea el más sorprendente candidato para el premio".

The Sun, Daily Mail y tantos otros, enchastran a la victima de turno envenenando a sus lectores. Los títulos, los subtítulos, los acápites y hasta los primeros dos o tres párrafos de las notas, están empapados de ese veneno de víboras que tanto vende, aunque para ello tengan que ensuciar al más cristalino de los mortales. Los párrafos y las frases que siguen después de eso, más abajo, ya no importan tanto, no son tan relevantes. Por más que en ellos el tono y los adjetivos se suavicen, el cuchillo ya se bambolea convenientemente clavado en la espalda del agredido.

En buen romance, ni siquiera se molestan en entrevistar a gente que esté de acuerdo con el mensaje implícito en el encabezamiento de la publicación. El caso de la página 55 de la edición papel del The Sun del miércoles 30 de octubre de 2013, es un claro ejemplo de esta afirmación, porque después de matar -por enésima vez- a Luis Suárez en la forma ya descripta, a quién se le puede ocurrir entrevistar para hablar del caso? Pues justo a un ícono del Liverpool de pocas décadas atrás: el gran John Aldridge. Y qué podía decir al respecto el ex-delantero "Red"? Muy sencillo: "la leyenda 'Kop' (una de las terminologías con que se distingue a los liverpoolenses) asegura que Suárez ha probado que vale mucho más que Gareth Bale, quien es también uno de los candidatos al premio del Balón de Oro. También remarca (Aldridge) que sacar a Suárez de Anfield (estadio de Liverpool) hubiera costado a cualquier club incluso más que los increíbles 84 millones de libras que Real Madrid pagó por el volante ofensivo galés".

Pero The Sun no se queda en John Aldridge, sigue de largo con otro entrevistado cuya opinión tampoco tiene nada que ver con el título, el subtítulo y los primeros párrafos de la nota de la página 55. Es decir, lo que afirma el irlandés apodado "Gran Aldo", quien anotara en su época 64 goles en 100 partidos disputados por Liverpool es, al igual que en el caso de John Aldridge, exactamente opuesto al espíritu anti-Suárez del propio diario. Dice "Gran Aldo" que "Bale es un jugador de calidad, pero...no es Suárez". Leido entre líneas, clarísimo, tanto como el agua. Y sin necesidad siquiera de leerlo interlineado, lo que sigue es más enfático aún: "Vale mucho más que Bale y el fenomenal hat-trick del sábado pasado contra West Brom, ha probado eso". Y sigue: " Si no hubiera arrastrado esa larga suspension, hubiera sido (Suárez) Jugador de la Temporada y ya hubiera ganado el Botín de Oro. Es difícil de creer que la oferta más alta que Liverpool recibió por Luis el último verano (boreal), fue aquella famosa de Arsenal, de 40 millones de libras más una. Suárez vale más del doble de eso!".

Lo de abajo no vale, eso está clarísimo para The Sun. Lo importante es haber baleado a la víctima de entrada, haberla hecho polvo de primera, de sobrepique nomás. Después, más abajo en la publicación, hasta se puede decir la verdad. Más que eso, hasta se puede elogiar al "muerto" elevándolo hasta el séptimo cielo, como para decir por ejemplo que "Suárez ha estado "on fire" (algo parecido a imbancable) desde que regresó de su suspension. Ha convertido ya 6 goles en 4 partidos de Premier incluyendo el hat-trick del sábado último".

Pero no conformes con eso, estos destructores de seres humanos disfrazados de periodistas envueltos en el mayor de los cinismos, vuelven a las palabras de John Aldridge: "estaba seguro que Suárez iba a volver super-enchufado (no es literal ni por asomo, pero es la traducción más gráfica de la expresión "fully commited" utilizada por esta leyenda de Liverpool), porque él no conoce otra manera de jugar. Esa hambre y ese deseo que siempre muestra son las cosas que lo hacen diferente de los demás". Pero Aldridge, como tantos y tantos liverpoolenses tienen un miedo que no ocultan: la efervescencia que está provocando el gran momento de Suárez va a atraer a los tiburones más voraces del momento, así que el ex "9" de los "Reds" confiesa que "mentiría si dijera que no tengo miedo de perderlo (a Suárez) en el período de pases del próximo verano (boreal)".

Pero lo de abajo no importa. Si hasta lo hacen a propósito, como una burla para la víctima que yace en el piso con una bala en la frente. Se acercan a los que defienden, elogian y hasta idolatran al héroe caido. Si igual la gente se va a quedar con el título, el subtítulo, el acápite y los primeros párrafos de la nota. Y ahí está el veneno que mata. Eso es lo que les importa a estos auténticos "papparazzis futbolísticos" de la prensa inglesa.

jueves, 24 de octubre de 2013

Las venas siguen abiertas, cierto Eduardo?

Todo sigue abierto mi querido Eduardo.

Te acordarás cuando escribiste sobre los intereses mezquinos que cosiguieron impedir a toda costa que la rica América del Sur estuviese unida en un sólo país: una nación productora de todo, exportadora de todo, llena de fábricas hasta la boca, con obreros de todas las edades transformando aquella jugosa materia prima en magníficos productos manufacturados para el consumo interno y para la exportación y recibiendo a cambio salarios decorosos que les permitieran, al cabo de cada jornada, rendir pleitesía a un estado espiritual y mental que nunca debió faltar como centro de mesa cada noche de reunión familiar, a la vuelta de la fábrica, de la escuela, al final de un duro día de tareas domésticas; algo que alguna vez a alguien se le ocurrió bautizar como "Dignidad".

Pero todo sigue abierto mi estimado compatriota.

Nunca había escrito en primera persona en éste mi blog, bautizado a 14.000 kms. de mi país, plagado de notas sobre fútbol, mi especialidad, pero matizado también por  crónicas de vida, bien o mal escritas, atrevidas algunas, inundadas de conceptos discutibles o indiscutibles, abiertas a todas las opinions posibles o bien a la polémica de especialistas o de la gente común, a la que mayoritariamente apunté siempre. Pero lo dicho, nunca me gustó utilizar la primera persona en mis notas. Me parecía -y aún me parece- que ese estilo denuncia cierta ausencia de modestia, beneficiando en cambio al ego.

Pero hoy decidí escribirte en primera persona mi querido Eduardo. Y es porque justamente estas líneas, si de algo están justamente vacías, es de ego. Y si de algo están pletóricas es de reconocimiento y de admiración hacia una publicación editada hace más de cuatro décadas, en el ya muy lejano, aparentemente al menos, 1970. Confieso que algunas semanas atrás, a medida que devoraba los capítulos de "Las Venas Abiertas de América Latina", llegué ingenuamente a preguntarme qué estaba haciendo yo, informándome tan fuera de época de esa denuncia estampada a grito limpio en un libro del gran Eduardo Galeano, escrito cuando yo contaba con sólo 19 primaveras.

Porque al final la producción de aquélla América Latina se vino hacia Europa, así nomás como había sido extraída, desnuda, en carne viva, para ser aprovechada y sobre todo transformada del otro lado del gran mar. Las fábricas florecieron, claro que sí, la mano de obra pasó a un estado de demanda desesperada, el mercado interno explotó al influjo de los nuevos productos, una vez éstos fueron manufacturados. Cada noche el hombre llegó cansado a compartir una mesa familiar en la que nada faltaba, pero menos aún un centro de mesa armado con la palabra "Dignidad". Claro que todo este cuento de hadas hecho realidad, se armó en el "Viejo Continente", justo el que no contaba con las materias primas para tanta riqueza, para tanto florecimiento.

Y tal cual está detallado de mil maneras en "Las Venas...", el que tenía que ser rico, terminó siendo pobre, realmente muy pero muy pobre. Obligado a exportar la riqueza de sus suelos a precios inmoralmente bajos, la saqueada América Latina no obtuvo por su producción un valor siquiera medianamente cercano a lo que marcaba la realidad. El rico, esto es, primero el conquistador y luego otras potencias europeas mucho más poderosas que el ya decadente conquistador, cercenaron de cuajo, de raíz, la mera posibilidad de la creación de fábricas que transformaran aquella valiosa materia prima en productos manufacturados con destino al consumo interno y a la exportación.

Impuestos descomunalmente altos impidieron la fabricación de siquiera un alfiler. Impuestos ridículamente bajos posiblitaron la salida de la materia prima de decenas de puertos de América Latina hacia las potencias más grandes de Europa, para la citada transformación en productos manufacturados. Al tiempo que los nuevos productos se comercializaban a precios razonables en los diferentes mercados europeos, paralelamente eran exportados, pero esta vez a precios exhorbitantes, a los distintos países de...América Latina, ese Nuevo Continente tan pero tan desunido, tan a merced de la manipulación del rico, como que era capaz de ponerse de rodillas hasta hacerlas sangrar, prácticamente regalándole a la gran Europa la materia prima y todas sus riquezas naturales, dejando sin trabajo a millones de personas, cerrando fábricas sin haberlas abierto siquiera y finalmente, el colmo, comprándole los productos manufacturados con su propia riqueza, a las empresas del "Viejo Continente" y, todavía, a precios de ópera. Claro, después el hambre, la miseria, la desolación, el deterioro social y todos los flagelos juntos, se sentaron a la mesa de los latinoamericanos...Y siguen haciéndolo hasta hoy.

Desde 1970 hasta nuestros días, el calentamiento global, los avances tecnológicos más impresionantes que se puedan imaginar, los adelantos de las ciencias más diversas, el modo de vida de los pueblos del planeta, sus gobiernos por supuesto y tanto como el alcance de la inteligencia del lector pueda alcanzar, son cambios radicales sucedidos a lo largo de algo más de cuatro décadas de vida de la humanidad.

Pero no, mi querido Eduardo, eso sí que no ha cambiado, aquello no ha cambiado. Pueden haber nacido algunos matices nuevos, nada más, pero las venas siguen abiertas. Algo que los principales Libertadores, los próceres insignias, indudablemente habían previsto cuando pretendieron un continente único, socialmente fuerte, políticamente idem, económicamente rico, mucho más rico que Europa y lejos estaban de imaginar ésta pléyade de paisitos débiles, eso sí, siempre devorados puntualmente por algún lobo feroz que ronda por la vecindad. Desgraciadamente, en aquél lejanísimo siglo XIX otros pudieron más que ellos y todo terminó mal. Y no lo hemos podido arreglar, verdad mi querido Eduardo?



PD: Querido Eduardo Galeano, nada me gustaría más que pudieras leer estas líneas y regalarme tu invalorable opinion. Eso sí, te aseguro que están escritas con una modestia tal, que prácticamente se toca con el temor. Para que ellas lleguen a ti, cuento con la generosidad inmensa de mis lectores, porque estoy convencido que a alguno de ellos se le ocurrirá -o directamente conocerá de primera mano- una vía de acercamiento a tu persona.

jueves, 17 de octubre de 2013

"Alimentá al mono!"

"Chris, feed the monkey, feed the monkey!" El grito es mezcla de ruego y rezongo porque lo que rompía los ojos no se veía en la cancha. Los jugadores ingleses ya están sentados en sus respectivos lugares del vestuario local de Wembley. Roy Hodgson pretende asegurar un resultado favorable que se avizora y que mete a los "Tres Leones" en el Mundial. Es obvio que hay que rematar a Polonia y tiene que ser lo antes posible, por aquello tan manido de no correr riesgos o, al menos, no tantos.

"Chris, alimentá al mono, alimentá al mono!" Chris es Samalling, el lateral derecho de la selección inglesa, hombre del Manchester United. Su defecto durante el primer tiempo fue no buscar juntarse demasiado con el ocasionalmente llamado"Mono". Y el "Mono" es -circunstancialmente- Andros Townsend, el extremo derecho del Tottenham Hotspur, revelación del penúltimo partido de los ingleses por estas Eliminatorias, ante la selección de Montenegro, también en Wembley, cuatro días antes de estos episodios que aquí se relatan.

Y no es que a Townsend le llamen "Mono" como a Maxi Pereira, el lateral derecho de Uruguay. En Inglaterra semejante apodo, dirigido a un humano, está rigurosamente prohibido, ya que el calificativo significa un insulto de corte racista a una persona de raza negra. Pero lo novedoso es que el técnico inglés pudo haber utilizado dicha expresión aunque Andros Townsend no hubiese sido un hombre de raza negra, simplemente porque no estaba aludiendo al color de piel de su futbolista, sino a una anécdota muy popular en Estados Unidos y en cierto modo también en Inglaterra. Al cabo de una misión especial instrumentada por la NASA en la cual, junto a los astronautas, viajaban dos monos como parte de un experimento, uno de los hombres del espacio fue interrogado acerca de la índole de su misión a bordo. Y su respuesta, tras dejar extasiados a millones de televidentes, hizo estallar una risotada universal. Dijo algo así como: "que cuál era mi misión? Y...alimentar al mono".

"Feed the monkey"! le espetó Hodgson a Smalling en el entretiempo de Inglaterra-Polonia en Wembley. Claro, el entrenador apuntaba a que había que explotar al máximo la velocidad meteórica de Townsend, quien aparte es terriblemente hábil con el balón y posee una pegada tremenda.

Claro que el veterano técnico inglés no contaba con que la mayoría de sus futbolistas, por razones generacionales más que nada, desconocían completamente la anécdota, por lo cual asociaron el término empleado por Hodgson, a que el número "7" de la selección inglesa es un joven de raza negra. Trascendió rápidamente que algunos se molestaron bastante, luego de conseguir reponerse de una gran sorpresa inicial: el entrenador le había llamado "Mono" a uno de sus futbolistas de raza negra! Entre titulares y suplentes los hombres de raza negra del combinado inglés, son siete: Townsend, el propio Smalling, Daniel Sturridge, quien es a su vez el compinche de Luis Suárez en Liverpool, Danny Welbeck, Jermain Defoe, Raham Sterling y Kieran Gibbs.

Andros Townsend fue justamente uno de los que entendió por donde venía la expresión y, lejos de ofenderse, en su cuenta de Twitter escribió: "Qué es todo este embrollo que se armó por nada?" A su vez el futbolista le aclaró a Hodgson que había entendido lo que pretendió decir utilizando dicha expresión y también se comunicó con la Federación Inglesa asegurando que no había existido ofensa alguna en el dicho.

Pese a todo, Roy Hodgson se disculpó públicamente por la expresión utilizada y también aseguró que Townsend "entendió lo que quise decir y la forma en que usé el término (Mono)". La prensa inglesa recuerda declaraciones del entrenador en 2012, durante la Eurocopa de Polonia-Ukrania, cuando dijera que "toda forma de racismo debe ser aborrecida, no sólo en el fútbol sino en todos los órdenes de la vida".

Pasaron 48 horas, es jueves, es de noche, la tele sigue con la misma perorata. Habla uno, habla otro, retruca el de más allá, pega el de más acá. Que no hubo intención racista alguna, que igual no debió utilizar esa anécdota cuando el aludido era un hombre negro, que en ese momento el técnico ni se acordó que Townsend era negro y solamente pretendió que su intención le quedara clara al destinatario de la orden, es decir, Chris Samlling, bla, bla, bla...

"Qué manía que tienen con el racismo!" exclama alguien frente al televisor. Otro se refiere a una "obsesión". Un tercero llega, escucha un poco y exclama: "otra vez, siempre lo mismo, pero esta gente está enferma con este tema!". Las exclamaciones se mueren cuando habla una persona que ya lleva muchas décadas viviendo en Inglaterra: "nunca es fácil entenderlos, claro que no es fácil, pero yo les puedo decir que acá han pasado muchísimas cosas en las que el racismo ha estado atrás: muertes,  violaciones, raptos, violencia extrema, de todo, realmente de todo. Están escamados, ven el racismo hasta en la sopa, en todos lados".

Y sí, así parece ser. El mal ha metido tanto miedo en la sociedad que, simplemente como mero ejemplo, ahora nadie sabe distinguir entre una simple indicación técnico-táctica de un entrenador de fútbol, graficada con una anécdota de conocimiento popular, y un término de corte racista que el hombre no tuvo la menor intención de expresar.





domingo, 13 de octubre de 2013

Orden de un Políglota: sólo en Inglés

"Un, dos un, dos un, dos..." En Inglaterra la noticia es clarísima: a "los Gatos Negros" de Sunderland el nuevo técnico ya les está haciendo marcar el paso. Según las malas lenguas, los métodos que parecían exclusivos del extrovertido -y también muy resistido- italiano Paolo Di Canio, ahora serían aplicados por el uruguayo Gustavo Poyet.

"No son buenas las comparaciones" había advertido el ex futbolista de River Plate, Zaragoza, Chelsea y Tottenham, apenas asumió el cargo menos de una semana atrás, cuando fue interrogado por los medios acerca de la presunción que existía en muchos allegados a Sunderland, en cuanto a que la tarea del uruguayo sería una suerte de continuación del trabajo del italiano. Y agregaba: "el ciclo de Di Canio finalizó, yo soy otra persona y soy diferente, así que por favor no comparen". Por cierto que las historias de ambos, en opinión de aquellos bien intencionados que las han estudiado a fondo, ni se tocaban, prácticamente no tenían puntos de contacto...hasta ahora. De ese modo el requisito del uruguayo para que no lo comparen con el italiano, tiene un asidero realmente sólido.

En un fin de semana sin fútbol local en gran parte del planeta, la noticia se focaliza en las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014. Pero ésta se coló abruptamente: "Gus Poyet (como se le llama en estas Islas) sigue los pasos de Paolo Di Canio. La Legión Extranjera debe aprender Inglés". Las líneas de The Sun en su edición "Papel", desafían los titulares sobre el espectacular debut en la selección inglesa del extremo del Tottenham Hotspur Andros Townsend, el hombre del partido, decisivo para la clara victoria local ante el entregado Montenegro.

Di Canio, quien entre otros clubes destacó vistiendo la camiseta del gran Milan, ha sido frecuentemente acusado de fascista, ya que las ideas que ha aplicado en los clubes que dirigió hasta ahora, se amoldarían casi a la perfección con dicha condición, al menos en opinión de aquellos que mucho lo conocen. El italiano hizo contratar nada más ni nada menos que a 13 futbolistas para su Sunderland, durante el reciente período de pases del último verano boreal. A su vez había sentenciado que "éstos futbolistas han elegido venir a jugar acá, así que tendrán que aprender a hablar en Inglés. Deben incorporar a su vocabulario al menos 5 palabras claves por día. Esa es su responsabilidad".

De todos modos, resulta obvio que los deberes marcados a sus futbolistas foráneos por el entrenador peninsular, no parecían siquiera rozar las ideas que se le adjudican, sino que más bien se acoplaban a la perfección con las premisas básicas que deben reinar en el vestuario de un club profesional en cualquier parte del mundo. Son normas que llevan al entendimiento natural, haciendo posible la comunicación entre todos: jugadores entre sí y con el Cuerpo Técnico.

Gustavo Poyet puede expresarse en Castellano, Inglés, Italiano y Francés. El políglota uruguayo habla fluidamente esos cuatro idiomas, lo cual no evita que pretenda exactamente lo mismo que su antecesor: "todos los jugadores tienen que hablar en un sólo idioma. Esto es clave para poder emprender entre todos la tarea de escalar posiciones, empezando por zafar del último lugar en la tabla". Claro que la invocación de esta necesidad imperiosa, la cual surge casi por decantación como algo absolutamente natural e imprescindible, no sólo en un club de la Premier League sino también en cualquier equipo de fútbol profesional del mundo, ya fue aprovechada por aquellos que de "sobrepique" nomás, apenas asumió Poyet, denunciaron públicamente al uruguayo como un continuador de la línea dura del italiano.

Concretamente, Gustavo Poyet trata de derribar la barrera del lenguaje, luego de haberlo aprendido de su amigo Denis Wise, cuando éste era el entrenador de Chelsea y el uruguayo aún jugaba allí. La que sigue es la anécdota contada por el ahora técnico de Sunderland y transcripta por el matutino The Sun: "un día durante el entrenamiento (de Chelsea) se escuchaban palabras pronunciadas por los futbolistas en todos los idiomas que uno pueda imaginar y que, obviamente, Wise (Denis, el entonces técnico "blue") no entendía, así que simplemente dijo 'basta, hasta aquí llegamos, desde ahora todos tienen que hablar Inglés'. Al principio yo (Poyet) me pregunté por qué había dicho eso, pero después los hechos me demostraron que era lo correcto, así que fue una buena decisión".

Lo acusan de continuar con la línea dura de Paolo Di Canio. Poco o nada importa que la medida adoptada por Gustavo Poyet, en el sentido de que todos sus futbolistas se expresen en Inglés, se caiga de madura. Y tampoco interesa que Sunderland todavía no haya jugado ningún partido bajo su conducción. Por supuesto que no cuesta nada imaginarse lo que le espera...

martes, 8 de octubre de 2013

Tarea para un uruguayo

Phil McNulty, el Editor Responsable de Fútbol de la BBC de Londres, es muy claro. Dice directamente que Ellis Short, el multimillonario propietario del Sunderland de Inglaterra, está poniendo en juego su reputación al haber confiado la dirección técnica del club a Gustavo Poyet, un hombre sin experiencia en dirigir clubes de la Premier League.

Phil transforma en inevitable una comparación del uruguayo con el italiano Paolo Di Canio, recientemente despedido luego que no había atinado a lograr más que un escuálido empate en lo que va de la presente Premier League, gracias a lo cual el equipo rojiblanco permanence hundido en el último lugar de la tabla de posiciones. Claro, Di Canio había dirigido al modesto Swindon de la League 1 (3era. División del fútbol inglés). Por lo tanto tampoco tenía experiencia en conducir clubes de la Premier, pero salta a la vista que su extroversión extrema, su auténtica alienación y su irracionalidad, hace que la comparación de McNulty sea mucho más que impropia y fuera de lugar, un acto irreflexivo que no enaltece en lo más mínimo su importante cargo en la BBC.

"El tiempo de Paolo Di Canio llegó a su fin, conmigo todo será diferente, no quiero que me comparen con nadie, simplemente no es correcto", apunta Poyet. Es obvio que muchas veces los ingleses confunden todo, al menos lo que no conocen demasiado bien, aquello que no dominan demasiado. Es evidente que Gustavo Poyet es un "sanguíneo"; como buen uruguayo era temperamental adentro de la cancha y continúa siéndolo del otro lado de la línea de cal, pero de ahí a ponerlo en la misma línea de conducta de un desacatado como Di Canio, hay un abismo.

"Siempre traté lo mejor para mis equipos, adentro y afuera de la cancha. Ahora tengo una gran satisfacción por haber llegado a la Premier League, porque además pienso que soy lo suficientemente bueno para enfrentar y superar este gran desafío", dice Poyet, cuya expresión de felicidad resume todo el alivio que sintió cuando la larga espera llegó a su fin el lunes, día en que Ellis Short, el propietario del club, le anunció que al final se había decidido por él y que en 24 horas sería confirmado como nuevo técnico de Sunderland.

"No tiene experiencia en la Premier League, no es el hombre adecuado", dice un hincha de Sunderland frente a las cámaras de televisión y con el Stade of Light como telón de fondo". Una mujer gorda, muy gorda ella, niega con su cabeza ante la pregunta del periodista y dice repetidamente "No, no, no", con la mirada muy fija en la cámara y sin más explicaciones.. Más no hace falta para saber que la matrona tampoco quiere al uruguayo como técnico de su equipo. Y así otros, todos dentro de la misma línea: "no es el hombre que buscamos, necesitamos un técnico con probada experiencia en Premier".

 Mientras tanto el uruguayo sonríe y habla hasta por los codos: "la idea es creer en un modelo de club y que ellos, los futbolistas también crean y sobre todo que se sientan últiles a una causa. Pero mi primer desafío es convencer a todos con mi trabajo, a los hinchas, al staff del club, a Ellis (Short), pero especialmente a los jugadores. Es que la confianza es justamente mi lado fuerte, siempre fui positivo. Obviamente, por mi trabajo, he estado viendo partidos de la Premier y por lo que vi del Sunderland, podemos salvarnos del descenso. Hoy fue el primer día de entrenamiento conmigo, les pedí mucha atención y traté de contestar a todas las preguntas que ellos (los futbolistas) tenían para mi".

Está feliz y aliviado, sentimientos que se le escapan por todos los poros: "Si, sí, Ellis Short se tomó su tiempo pero al final se decidió", confiesa entre risas, dando a entender entre líneas que en el interim sufrió y mucho, esperando el ansiado salto cualitativo en su carrera. El italiano Roberto Di Fanti, Director Ejecutivo de la "Armada Rojiblanca" del norte de Inglaterra, como se da en llamar a Sunderland, fue decisivo para el desenlace. Siempre lo quiso, martilló sin cesar sobre Short e hizo prevalecer su opinión: Poyet era el mejor para el cargo. El ex jugador de Chelsea y Tottenham Hotspur continuará secundado por Mauricio Taricco y Charlie Oatway, quienes ya conformaran su equipo técnico durante las cuatro temporadas en que Poyet dirigiera al Brighton, club al que el oriental ha entablado un juicio por "Despido improcedente". La instancia comenzó en agosto último y, obviamente, está en pleno desarrollo.

Consultado sobre el clásico ante Newcastle, a jugarse en menos de dos semanas en el Stade of Light, reducto del Sunderland, Gustavo queda pensativo por primera vez en la entrevista. Muy serio, confiesa: "Y bueno, para ese momento ya habrá que mostrar el trabajo que se hizo, tendré que volcar allí la experiencia de toda una carrera en Inglaterra. La idea es mostrar justamente ahí cómo está el equipo y vencer a Newcastle".

Casi nada lo del ojo: nadie -o muy pocos- creen en él, el propietario del club lo nombró cediendo a la presión del Director Ejecutivo, hasta se dice que había futbolistas referentes del plantel que tampoco estaban felices con su nombramiento y todavía, para completarla, en menos de dos semanas el archirival Newcastle, que tampoco escapa a una situación complicada en la tabla, visita a su nuevo equipo.

Es trabajo para un uruguayo, no hay caso. Con el viento en contra, la marea embravecida y el ambiente "salado", muy "salado". Pero Gustavo Poyet enfrentará la batalla sin chaleco antibalas, "sólo con mi trabajo, con mi fé y haciendo que desde el comienzo los jugadores se sientan cómodos trabajando conmigo, eso es clave. Estoy confiado, soy una persona positiva y les comprobaré que acertaron nombrándome".

Y lo hará, es uruguayo y no vacilará. Les hará acordar a los ingleses lo respetado que fue cuando jugaba por Chelsea, con sus trofeos a cuestas, y también por Tottenham. Lo hará, seguro que lo logrará.

viernes, 4 de octubre de 2013

"Luis Suárez: un modelo a seguir"

 



Luis Suarez

"Quietud y Velocidad" ("Stillness and Speed") es el nombre del libro escrito por el ex futbolista holandés Dennis Bergkamp, ídolo en dos naciones, histórico del Ayax eterno campeón de Holanda y del Arsenal, el club más popular de Londres.

Claro que el rubio volante de los Países Bajos tiene razones de sobra para difundir su autobiografía, especialmente por el continente europeo. Todo un dechado de profesionalismo, de cultura y de hombría de bien, el gran Bergkamp sigue atrayendo multitudes, ahora desde las páginas de un libro que puede llegar a ser muy interesante para los fanáticos del fútbol y, sugestivamente, para los que no lo son tanto.

Hasta acá todo en orden, muy normal, todo legal, como dicen los brasileros si se castellaniza la popular expresión del país de mayor superficie territorial de América del Sur. El tema es que a nadie se le ocurriría que el holandés hubiera dedicado sabrosos párrafos de su libro a un colega que particularmente lo sacudió en su condición de ex futbolista, pero mucho más como ser humano. Alguien que, al igual que él pero en una etapa bastante posterior, supo hacer saltar de las butacas y delirar a la hinchada del Ayax, el club más popular del país de los tulipanes.

"Luis Suárez es un modelo a seguir" afirma Begkamp en uno de los párrafos de su autobiografía, una parte del libro especialmente dedicada a los jóvenes, a los que en Uruguay llamamos "Carasucias", los que se están criando, los que ya hace un tiempo que pudieron escaparse trepándose por encima del corral donde gateaban y procedieron a cambiar el biberón por una pelota de fútbol. Según el autor, "su individualidad" es lo que hace un ejemplo del hoy super futbolista uruguayo, uno de los mejores del planeta.

"Actualmente los chicos creen que ya vienen de las formaciones infantiles con todo sabido", denuncia el autor de la publicación y actual asistente del técnico del Ayax de Holanda, para continuar la idea remarcando que "Y ese es un problema. Tenemos jugadres en el primer equipo (del Ayax) que han llegado a ese nivel ya acostumbrados a jugar con determinado estilo. Tan pronto surge algo un poco diferente que se les plantea, aparece el 'Oh no, eso no sé cómo hacerlo!".

Y ahí es donde justamente aparece el elogio de Bergkamp para el estilo de Luis Suárez, un cheff cuyos platos principales tienen el gran sabor de la improvisación y de la repentización. Dice el autor: "Tú puedes ver la diferencia (de los jóvenes que no atinan a salirse nunca del libreto que tienen aprendido desde chicos) con Luis Suárez. Claro que a lo mejor no estarás de acuerdo con algunas cosas que él hizo, pero siempre está tratando de crear algo, siempre está pensando 'Cómo puedo sacar lo mejor de esta situación? Tendré que agarrar de la camiseta al defensa para pasarlo? Me colocaré disimuladamente fuera de juego para hacerme de la pelota?'

Lo conoce y mucho. Tanto como que lo tuvo en sus filas: Bergkamp llegó a dirigir a Suárez durante su fantástico pasaje por el histórico club de Amsterdam, cuando el uruguayo marcó 111 goles para el Ayax en 159 apariciones, antes de dejar el club para instalarse en el Liverpool inglés en enero de 2011.   
Claro que también sería de recibo explicarle al lector el por qué de este monumento a la intuición, a la imaginación, a la picardía y claro, también a la rebeldía, cualidades todas que adornan al gran goleador nacido en el litoral uruguayo. Y así retrotraerse a los humildes comienzos de Suárez, su nacimiento en la ciudad de Salto, su infancia difícil como la de tantos en el Uruguay, el alejamiento de su padre que mucho lo afectó, el precoz noviazgo cuando contaba sólo con 16 primaveras con Sofía Balbi (13), sus comienzos en Nacional, la desprolijidad que amenazó seriamente su carrera en los primeros tiempos, la separación obligada de la pareja al emigrar a Barcelona la familia de su entonces novia, el apoyo incondicional que recibió a la distancia de su suegra, afín a muerte con Luis, mujer decisiva junto a su hija para que la carrera del futuro futbolista top mundial desembocara en el glorioso momento actual y tantos etcéteras como el lector pueda imaginar.

Por todas esas razones de incalculable magnitud, será quizás que sugestivamente el propio Luis Suárez le admitió recientemente al diario inglés Sportsmail, que su esposa es su crítica más grande. "Ella puede ser muy dura conmigo. Me reprocha cuando pierdo el control de mi conducta en la cancha". Pero en realidad lo impagable es lo que sigue: "prefiero mucho más el rezongo de Brendan Rodgers que el de mi esposa. Brendan es más cuidadoso que ella con las cosas que me dice", afirma el de Salto, para rubricar con que "ella (Sofía) es mi crítica más grande, siempre viene a verme (al Estadio). Me pregunta qué es lo que estoy haciendo, por qué estoy siempre discutiendo con el árbitro. Me dice 'todo lo que has hecho hoy es gritarle a la gente, por qué no te concentrás en jugar al fútbol?'

Pero al principio las cosas fueron diferentes. Ambos eran muy jóvenes cuando se pusieron de novios y Luis llegó a meterse en problemas con Nacional a causa de su gran enamoramiento por Sofía. Llegaría a mentirle al club diciendo que necesitaba dinero para el ómnibus porque tenía que visitar a su familia en Salto, pero en realidad utilizaba la plata para llevar a su novia a cenar afuera. 

La autobiografía de Dennis Bergkamp tiene mucho más sabor con el mechado a la uruguaya. Así es más picante, más gustosa y vitaminizada. Porque para qué mentirse? No sólo en Inglaterra, en el mundo entero, al menos hoy en día, Uruguay es Luis Suárez. Futbolísticamente claro...y mucho más también.