miércoles, 29 de enero de 2014

Lobo estás?

3 a 0 era demasiado para un clásico y todavía en el predio del rival. Everton necesitaba descontar en las primeras de cambio apenas comenzado el segundo tiempo. De modo que "a la carga se ha dicho, todos a campo de Liverpool y con las espadas desenvainadas". Pero los zagueros también? Sí, por qué no?, los zagueros también, todos menos el arquero yanqui Tim Howard y el técnico peninsular Roberto Martínez.

A matar o morir, una especie de "juguemos en el bosque mientras el lobo no está, lobo estás?" "Sí, claro que estoy, aquí estoy, me disfracé de abuelita y todo, mirá como te la robo, me voy solito y te clavo como una chinche. Y éste es sólo el aperitivo del partido de San Pablo, eh!", debe haber tenido ganas de susurrarle Luis Suárez al oído del zaguero titular de la selección inglesa, Phil Jagielka. Y así, a la carrera desde su propio predio, el lobo malo atravesó todo el bosque y cuando se vio frente al calvo guardián, el ya nombrado Howard, lo burló con una sutileza tan exquisita como cruel.

Por supuesto que nuestro inteligente lobo sabe muy bien que el pique largo no es precisamente su punto fuerte, no se compara al vértigo, al susto infartante que provoca usualmente a los pobladores del bosque con el pique corto en los últimos metros que lo separan de la casilla del guardián, el cuidador, el cuidavallas que siempre lo espera para aniquilarlo. Asumido ésto, el lobo Luis -de él se trata este cuento- comprendió que si no inventaba algo rápido, Jagielka lo cazaría mucho antes de poder llegar al refugio del guardián. "Le robé la pelota, pero tengo que inventar algo ya, antes de que me alcance", pensó como una luz. Un par de pasitos para el costado, justamente hacia el lado donde el zaguero de Everton lo perseguía frenéticamente, fueron suficientes para interrumpir los pasos del defensor, semi-frenarlo y hacerle perder el ritmo que llevaba. Un segundo después, con un tímido quiebre de cintura, el Lobo Luis retomó su rumbo original, pero su perseguidor no pudo hacer lo mismo, así que supo que había perdido, que jamás lo alcanzaría, que el guardián Howard iba a quedar a entera merced del feroz animal del bosque. Dos segundos más tarde el calvo custodio sucumbía también: la cacería había fracasado, el lobo se los había devorado...una vez más. Sí, claro, 4 a 0 y partido liquidado.

A los 73 minutos del clásico de Merseyside ya se jugaba tiempo adicional hacía mucho rato, más concretamente desde esa última carnicería del lobo. Daniel Sturridge había sido, con una gran actuación y dos goles antológicos, el hombre del partido, de modo que todos en Anfield se saltearon con mucho gusto y disposición, el tiro penal que al moreno inglés le atajó un hincha de su propio equipo, bien allá arriba en la cabecera del arco de Everton.

A los 73 minutos Sturridge todavía no se creía que había tirado su Hat-Trick por la borda y entonces lo buscaba frenéticamente, con tanto ahínco que se le olvidó destrabar el balde que cubría su cabeza. Rahem Sterling encaró a velocidad -y tiene mucho de eso- por el centro. Le pareció que Sturridge, a su izquierda, venía más descongestionado que Suárez, a su derecha, y entonces le tiró el pase. El ex-Chelsea se dijo "bueno, ahora sí, ésta es la mía, la revancha del penal, el ansiado Hat-Trick, dale pibe, está, está!" La bola se le fue larga, se abrió, perdió ángulo de tiro y, aún así, intentó definir con un tiro más decrépito que el propio Matusalén.

Para qué? Del otro lado los gestos del Lobo Luis eran peores que sus gritos. Un primer plano oportunísimo leyó sus labios: "andá a cag...!" Pero claro, tampoco fue lo único ni lo más suave que le gritó a su habitual compinche de ofensiva "Red": un rosario con cuentas enormes a las que no les faltó ningún color del arco iris. Obviamente la respuesta del inglés no se hizo esperar mucho y no vino precisamente en forma de disculpa, sino todo lo opuesto. Grueso entredicho, epítetos mutuos, los colegas de Everton mirando el tablero electrónico de Anfield para asegurarse de que realmente el marcador a esa altura era Liverpool 4 Everton 0 y...Brendan Rodgers emulando, sin saberlo por supuesto, al muy especial "JR": "Sturridge, vení para acá, salís OK?"

El moreno que le dice algo no muy edificante al pasar por su lado y que lo obliga a sí mismo a disculparse públicamente minutos más tarde. Y el nor-irlandés que le muestra el banco de suplentes para que siga su camino y se siente allí a observar los 20 minutitos que faltan y, si quiere, festeje al final junto a todos la goleada clásica en la cual tuvo decisiva incidencia.

"No, no lo saqué por esa última jugada en la que se equivocó al no dársela a Suárez que venía sólo, es que había que darle un poco de balance al equipo", expresó el entrenador a los medios luego del partido. Por supuesto que no le creyó ni el afamado "Peteco". "Balance ganando 4 a 0 cuando no se preocupó del detalle al decidir la formación inicial pese al cruel antecedente de Aston Villa pocos días atrás?", se preguntaron unos, mientras al mismo tiempo escuchaban otras interrogantes, como "balance ganando 4 a 0 y con la figura de la cancha (Sturridge sin dudas) buscando su Hat-Trick?".

Está muy claro que al clásico de Merseyside no le faltó nada, aparte de que Everton pareció no presentarse en la cancha. Se apareció un lobo que se comió los restos que quedaban de lo que ya era consumado festín. Cerca del final, Juan Ramón Carrasco pareció sustituir a Brendan Rodgers, cuando tomó forma una de sus sentencias inapelables -"salís ya"- y Daniel Sturridge terminó disculpándose como en una confesión, cuando en realidad había sido el héroe de la noche. Completo no?



lunes, 20 de enero de 2014

No nos hagamos la cabeza, Please

No hay campaña. No existe en la realidad. Los uruguayos solemos "hacernos la cabeza" con esas cosas y no, al menos acá en Inglaterra, el Reino Unido de la Premier League, no existe esa campaña ni en chiste.

Sacar a los uruguayos del Mundial, promoviendo golpes letales de los rivales de turno contra los pocos futbolistas celestes que juegan en la mejor Liga del planeta?
Y que los árbitros ingleses -mediocres de por sí sin necesidad de campaña alguna- hagan la vista gorda ante la atrocidad? No, pero un "No" rotundo, tajante, sin concesiones.

A Luis Suárez los rivales hacen cola para pegarle todos los fines de semana, pero no porque juega en la selección que enfrentará a Inglaterra en San Pablo en el segundo partido celeste del Mundial de Brasil 2014, sino por una razón mucho más simple y menos rebuscada por cierto: el de Salto es usualmente imparable y los rivales apelan a golpes sistemáticos para tratar de sacarlo del Ruedo.

Y qué hay de la lesión, aparentemente importante, de Gastón Ramírez, provocada por un planchazo directo a su tobillo izquierdo, el cual quedó doblado en un ángulo de 90 grados? Si se le pregunta a Gustavo Poyet al respecto, muy posiblemente conteste que su dirigido, el lateral izquierdo ex-Manchester United, Wes Brown, no tiene la menor noción de que Gastón Ramírez, uno de los extranjeros menos conocidos de la Premier debido a sus pocos minutos de fútbol en el Southampton de Mauricio Pochettino, es uruguayo y que además forma parte del plantel seleccionado que enfrentará a su país, Inglaterra, en San Pablo, por la fase de Grupos del Mundial 2014.

Y eso a cuenta de que, ni soñando los futbolistas de la selección inglesa se toman las cosas tan a pecho como los uruguayos, para citar un mero ejemplo, al menos desde que en 2006 se inició el brillante proceso comandado por el Maestro Oscar Tabárez. A olvidarse de que exista la identificación con los "Tres Leones" que los lleve a "matarse" por Inglaterra en el Mundial.

No soñemos uruguayos o, mucho mejor dicho aún, no tengamos pesadillas absurdas...please

miércoles, 15 de enero de 2014

En la Guarida de la Fiera

Cruzaron el Atlántico, querían estar ahí, vivirlo, escucharlo, ser testigos del asombro de los uruguayos que se toparon de frente y mano con uno de los periodistas televisivos más prestigiosos del Reino Unido.

Jim White no lo dudó, dijo "allá voy" y le dieon el visto bueno. Quería que le hablaran de Luis Suárez allí donde nació, creció, se nutrió de fútbol desde la cabeza a los pies, lo destiló como la malta del mejor whisky escocés y finalmente lo sirvió a raudales, así nomás como venía, sin utlizar tapón gotero, para regar con su magia incomparable el césped de las canchas de la mejor Liga del planeta: la Premier League.

Jim es muy carismático, es reconocido por esa característica. Presenta el programa encaramado en las nuevas letras, muy grandes ellas, que forman la palabra "MONTEVIDEO" en la zona de Kibón, con muchas palmeras recién plantadas de fondo y con la Bahía de Guanabara, perdón, debí decir su réplica o más modestamente su maquette, llámese la Bahía de Pocitos y su entorno espectacular de "modestos" edificios que estampan una suerte de sello de oro a la majestuosa rambla montevideana.

Jim, un hombre de edad mediana y cabello canoso, sonríe divertido cuando el taximetrista que entrevista, se confiesa fanático de Luis Suárez -"quién no lo va a ser en Uruguay!" interrumpe la voz del animador en los estudios de la cadena Sky Sports- junta sus manos e implora en perfecto inglés que a su ídolo no le hagan pasar un momento duro en Inglaterra: "I beg you, I beg you?, isn't it?" ("Lo ruego, lo ruego?, es así, lo dije bien?").

El cuarzo que el cámara de Jim enfoca en primer plano en Playa Pocitos, muestra que son las 12:14 del mediodía y que la temperatura asciende a los 36 grados centígrados "Dios mío, me dicen que la temperatura ha llegado al récord este verano en Uruguay y como ven algunos se están tirando al agua vigilados por la mirada del más popular de los hijos de este país!" exclama el periodista de Sky. En efecto, arriba del reloj, trepado a su techo como en una de sus imprevisibles travesuras en la cancha, está Luisito, el ídolo de toda esa gente y..."de mucha más" como aclara el propio Jim, refiriéndose a sus coterráneos de las Islas Británicas. Debajo de su figura reza un "Montevido es de todos".

La toma salta a un estudio publicitario y ahora Luisito Suárez está pateando una fotocopiadora, al tiempo que se queja vivamente de que la cafetera está vacía: "otra vez la cafetera vacía bo"!. Está vestido de camisa blanca y corbata, es un oficinista. Por detrás, inocentemente un colega se le acerca con un gran fajo de papeles para que Luis los procese, pero el de Salto, advirtiendo que se viene trabajo en gran escala, abre los brazos y se zambulle de cabeza debajo de una mesa, tal como si fingiera un penal cometido por un defensa que está a no menos de cinco metros por detrás de él. "A veces trabajar con Luisito es un poco especial", aclara uno de sus sufridos colegas. Es la famosa publicidad de Abitab que recorrió todas las redes sociales una y mil veces. White la intercala en el informe como una joyita muy especial. Ríe, se divierte, el inglés está disfrutando de su trabajo, del clima, de la gente, del...Uruguay.

El escenario se traslada al verde interminable de Los Céspedes. White explica que allí nunca han olvidado la invalorable contribución de Luis Suárez para el logro de los títulos uruguayos de 2005 y 2006. Gerardo Pelusso, prácticamente recién nominado, recibe una yapa: hablar de Luis Suárez "a piacere". Y vaya si lo hace. Dice que "siempre se destacó por ser un goleador muy ambicioso a todo nivel. Tuvo una etapa en que jugaba alternadamente en tres divisionales diferentes, Sub 17, Sub 20 y Mayores y hacía goles en todas. Luis ha evolucionado permanentemente porque es muy ambicioso, siente lo mismo jugando acá (Los Céspedes) como cuando pateaba la pelota en la calle o ahora en una cancha, simplemente porque el fútbol está en su sangre, lo lleva bien adentro".

El ex relator alterno de Radio Universal Enrique Hananía, ahora periodista de radio en una audición partidaria, rememoró los avatares de Suárez desde la famosa "mano" ante Ghana en el Mundial 2010, pasando por todos los incidentes que han tenido al de Salto como protagonista en Inglaterra, pero aclarando muy bien que "por sobre todo eso Suárez se ha encargado muy bien de mostrar su capacidad, al punto que es uno de los principales goleadores de nuestro equipo (Uruguay), aunque tampoco es el único".

La bandera uruguaya flamea fuera del local de la AUF. Adentro el Coordinador de Selecciones Nacionales, Donato Rivas, encara a Jim. El inglés le pregunta si Luis Suárez es un héroe y el ex-árbitro de básquetbol es muy claro en su respuesta: "es un jugador extraordinario para Uruguay pero decir que es un héroe, bueno, ya es otra cosa. Lo apreciamos muchísimo y lo valoramos como uno de los mejores jugadores del mundo".

"Pero qué les parece si cruzamos todo Montevideo y nos vamos de nuevo a Los Céspedes con el técnico de Nacional Gerardo Pelusso?" insinúa Jim White. El floridense sale del chalet de los técnicos conversando animadamente con el inglés: "conociéndolo a él (a Suárez) lo único que le preocupa es el siguiente partido. Todos los juegos, cada uno de ellos, son un desafío para él, cuántos goles va a convertir en el siguiente encuentro. Finalmente espero que tenga una muy buena Copa del Mundo, pese a que en la Serie va a jugar contra Inglaterra"

Pegando la vuelta a la AUF, el "Pocho" Rivas se decide a pegarle un palito a la prensa inglesa, así que aclara que conoce muy bien a Luis Suárez y "sobre todo sé que es una muy buena persona y a pesar de que ha cometido varios errores la Media (inglesa, por supuesto) ha sido muy severa con él"

Jim White se anima a arrimarse por el lado de Belvedere: quiere ver cómo son los alrededores del otro Liverpool, el de Uruguay, pero lo cierto es que no sale demasiado conforme, así que advierte: "claro que no esperes tener aquí la misma bienvenida que te darían en Anfield". Es que frente a la entrada de Julián Laguna un allegado le niega al periodista inglés la posibilidad de acceder al predio negriazul. El hombre, muy grande él, casi un émulo de Hulk (y no precisamente el delantero brasilero), se dirige raudo hacia su coche y grita una excusa a voz en cuello, tras lo cual el visitante queda vestido y sin visita. Mal? No, mal no, simplemente horrible, o no?

La nota termina desde el mismo lugar donde empezó: la Rambla de Montevideo. Esta vez aparenta ser Carrasco y allí el coro se forma frente a las cámaras de Sky Sports: "Oléeee, oléeee, oléeee, Suarézz, Suarézz". El enemigo de junio quiso estar en la guarida de la fiera, de modo que, enarbolando la bandera blanca de la paz, se animó, fué, indagó, buscó, entrevistó...y también la pasó bien, por qué no?

lunes, 13 de enero de 2014

La centrifugadora del SAS

El logo SAS identificó desde siempre a las Líneas Aéreas Escandinavas, al menos esa sigla siempre fue conocida volando a 10.000 metros de altura. Bueno, desde ahora SAS es la denominación con que la prensa inglesa identifica a lo que John Henry, titular de Fenway Sports, empresa propietaria del Liverpool FC, llamó el "Dúo Dinámico", muy pocos minutos después que Luis Suárez y Daniel Sturridge pulverizaran al Stoke City en su propia casa, con sus electrizantes combinaciones.

Y sí, ambos, el uruguayo y el inglés, le hacen honor a la sigla: vuelan muy alto. Para el periodista Dominic King, del Daily Mail, al SAS le bastaron 25 minutos para comerse crudo al albirojo local. "En ese lapso su ritmo y movimiento, su entendimiento y definición perfectos, destriparon al Stoke", dice.

En la página 76 del matutino, King enciende una luz roja, una advertencia, una alarma para los tres clubes que comandan el pelotón de la Premier: "Los integrantes del SAS han convertido 17 veces en los ocho partidos en que  han alineado juntos esta temporada. Si mantienen ese promedio, los tres conjuntos que por ahora están arriba de Liverpool en la tabla, no tendrán siquiera la opción de disfrutar de un sólo momento de paz".

Dominic aduce que el festejo inusualmente extrovertido de Brendan Rodgers al final del encuentro, con su vista elevada hacia los hinchas de Liverpool, obedece a una razón muy clara: "las deficiencias de los "Reds" habían sido expuestas reiteradamente en el Britannia Stadium (reducto del Stoke City), al punto de haber caído allí en tres ocasiones consecutivas. Pero esto fue diferente porque justamente a partir de un momento del partido en que las cosas se complicaron, los de Rodgers mostraron espíritu y estilo para rubricar un gran trabajo".

El hombre del Daily Mail se ocupa de hacer hincapié precisamente en el momento en el cual, cuando ya el visitante ganaba 3 a 2, el técnico hace ingresarar a Daniel Sturridge reemplazando a Philippe Coutinho. No se explaya -de hecho ni siquiera lo menciona- en la muy floja presentación del "10" y tampoco parece darse cuenta de algo que en los últimos partidos salta a la vista: el creciente egoismo del brasilero, una ansiedad irrefrenable de protagonismo, quizás una sobredosis de celos, una inmadurez alarmante que le hace pretender ignorar muy especialmente al fenómeno que tiene a su lado, nada menos que a Luis Alberto Suárez, el mejor jugador del mundo hoy por hoy.

No importa, Brendan Rodgers demostró, una vez más y ya van unas cuántas, que su elevado coeficiente mental es capaz de captar este tipo de situaciones y encontrar la solución al instante, sin siquiera molestarse en mencionar la irregularidad. Muy sencillo, "fácil y de ingenio", como decía en las viejas épocas el inolvidable Isidro Cristiá en la incipiente televisión uruguaya. Así que cambio y fuera. "La inclusión de Sturridge transformó el ataque visitante y colocó en una nueva dimensión la perpetua amenaza que siempre Suárez lleva con él. La defensa de Stoke no será por cierto la última que será atrapada dentro de la centrifugadora del SAS", agrega con ingenio King, en su comentario del partido.

La rúbrica de la página 76 es más que enfática: "Con el tandem del  "Dúo Dinámico" las ambiciones de Liverpool pueden terminar siendo significativamente más grandes de lo previsto. Y sólo por esas simples tres letras que conforman la sigla "SAS".