sábado, 27 de febrero de 2016

El Simulador

Fernando Forestieri es un delantero argentino que juega en Sheffield Wednesday, un club de la Segunda División Inglesa (Championship), proveniente de Watford FC, donde colaboró la pasada temporada con el ascenso del club del gran Elton John. Es un "9" chiquito, muy veloz, hábil, escurridizo y sobre todo goleador, virtudes claves para que su actual equipo esté peleando por el ascenso directo a la Premier League o, en su defecto, por un lugar entre los cuatro clubes que disputarán el tercer ascenso mediante el sistema de play off.

Michael Dawson es un zaguero central inglés, rubio tirando a pelirrojo, que supo militar durante varias temporadas, con cierto suceso, en el Tottenham Hotspur del norte de Londres, habiendo sido convocado más de una vez para la selección inglesa, aún en épocas muy recientes, cuando ya mandaba el veterano Roy Hogson en el combinado de la rosa. Dawson es grande, por consiguiente de buen juego aéreo, pero a la vez es pesado y también como consecuencia directa, de lento desplazamiento.

El viernes 26 de febrero se jugó el clásico del condado de Yorkshire: Sheffield Wednesday visitó al líder, el Hull City del uruguayo Abel Hernández, quien a su vez viene rompiendo redes ajenas con frecuencia y alterna en los primeros lugares de la tabla de goleadores de la divisional. A los 90 minutos el marcador se mantenía cerrado y ese sería, a la postre, el resultado final. En una de las últimas acciones del encuentro, Forestieri se hace del balón en el mediocampo local, encara a Dawson y con un quiebre de cintura cetelleante va a dejarlo por el camino, pero el experiente defensa se tira con los tapones al frente e impacta en la canilla del argentino quien, al vérsela venir, salta oportunamente para evitar un gran impacto potencialmente fatal para su tibia.

INSOLITO. El árbitro Tim Robinson corre hacia la incidencia con la tarjeta amarilla en la mano. En la tribuna todos se miran. "Era para roja", parece ser el comentario general. Dawson se levanta mirando a Forestieri. Su mano derecha se extiende en un gesto de disculpa y la expresión de su rostro traduce un "qué hice!! que no lo haya quebrado por favooor!!". El zaguero ve venir al juez con el cartón amarillo en su mano derecha, pero poco le importa, porque está concentrado en Forestieri, quien aún está en el piso. La expresión de Dawson cambia de repente, pasando de la preocupación por su rival al estupor que ahora comparte con todo el estadio y los millones de televidentes que siguen el clásico en directo.

Porque Tim Robinson ignora olímpicamente a Michael Dawson, sigue su carrera con la tarjeta en la mano derecha y...se la muestra a Fernando Forestieri, acusándolo tácitamente de simulación. Es la segunda amarilla y el argentino, atónito, boquiabierto, deja la cancha sin saber si está viviendo una realidad o una pesadilla.

Así procede la mayoría de los árbitros ingleses. Forestieri tiene reputación de simulador, de manera que el juez al que le toca en suerte arbitrar un partido de Sheffield Wednesday, ya lo tiene anotado en su agenda como un individuo peligroso para la limpidez de su arbitraje. Es una especie de "ojo con ese que te arruina la noche". Los buenos árbitros ingleses, como Mike Dean, Michael Oliver, Mark Clattenburg o Martin Atkinson, toman nota de un jugador con esas características, pero se cuidan de no pasarse para el otro lado, de no irse al otro extremo como hizo Tim Robinson y terminar expulsando a un futbolista de la forma más injusta que pueda imaginarse,

REPUTACION. Pero lamentablemente la mayoría es como Tim. Ponen al sujeto en cuestión entre ceja y ceja, lo identifican como si fuera un delincuente recién salido de la cárcel, uno de esos que deben reportarse diariamente para que la policía no le pierda pisada. Los árbitros como Robinson son adeptos al culto del "pastor mentiroso", quien cuando dijo la verdad, nadie le creyó.

 Y aunque parezca mentira, el uruguayo en el cual el lector está pensando ahora, que supo brillar con su máximo esplendor defendiendo a Liverpool en la Premier League, no fue una de esas víctimas de los malos árbitros ingleses, al menos no lo fue en éste sentido si bien, claro está, "se comió" más de una vez algún fallo muy injusto en su contra. Insólitamente fue la prensa sucia, es decir los periodistas con ganas de figuración, más bien los pseudo-periodistas, quienes lo castigaron con toda su furia, en aras de vender más y más pasquines, pero lo cierto es que Luis Suárez nunca llegó a ver la roja en las dos temporadas y media que lo marcaron para siempre en estas islas. Es más, de las contadas amarillas que recibió el nacido en Salto, ninguna fue por simulación.

La reputación de simulador, que de hecho es real en algunos delanteros, en el fútbol inglés resulta peor que quebrar a un rival en dos partes, si es que el exagerado graficismo sirve para clarificar la severidad con que en estas tierras se toma dicha característica en un futbolista. Los ingleses para un lado, el mundo para el otro? Y...el axioma podría aplicarse también en éstos casos. Si no, pregúntenle a Forestieri.

lunes, 15 de febrero de 2016

INSACIABLE




El campo de entrenamiento de la Ciudad Deportiva, en Barcelona, está tranquilo y entonces dos viejos amigos aprovechan para sostener una larga charla, distendida, alegre, hasta desenfadada y matizada por las clásicas "cargadas" de vestuario. Jamie Carragher, hoy comentarista de la cadena Sky de la televisión inglesa y columnista del Daily Mail londinense, se ha revelado ante el gran público como un tipo realmente pintoresco y ocurrente, con salidas imprevistas que pueden "dejar pegados" al aire a ex-futbolistas como Gary Neville y Thierry Henry, hoy también comentaristas del mismo medio televisivo británico, más allá de la osada aventura que el ex-Manchester United está emprendiendo en Valencia, dirigiendo al encumbrado club de la ciudad de las naranjas,  El otro, el entrevistado, es el mejor "9" del planeta y no necesita presentación alguna: es Luis Suárez Díaz, el "Pistolero", el "Depredador", una de las puntas del mortífero tridente del club blaugrana, ex-futbolista de Liverpool y por lo tanto ex-compinche de vestuario del entrevistador de turno.

GIGANTE. Los dos amigos ocupan con su charla dos páginas de la edición del sábado 13 de febrero de 2016 del Daily Mail, la 118 y la 119, en lo que el matutino londinense califica como la entrevista más extensa jamás concedida por el famoso goleador uruguayo a publicación británica alguna.

Al otro día Lionel Messi tomaría carrera...

"Te nombro centre forwards: Romario, VanBasten, Ronaldo (el brasilero), Batistuta...", le larga Carragher a Suárez, hasta que el barcelonista muerde el anzuelo y le agrega un nombre: "Suárez",
-Exacto!, exclama Carragher, "y a veces pensás que querés hacer más goles que ellos? Ser uno de los mejores de todos los tiempos?"

Messi llega a la pelota colocada en el punto del penal...

-Te juro por la vida de mis hijos que nunca busco batir récords ni competir contra ninguno. Quiero ganar trofeos, anotar goles porque es mi trabajo y disfrutar de mi fútbol porque he sufrido demasiado, pero no estoy interesado en los números. Una respuesta tajante, contundente, la de Luis, tanto como sus apariciones en el área de los rivales.

Messi tiene a su frente el gol número 300 con la camiseta de Barcelona...

INSACIABLE. Carragher pregunta a boca de jarro: "Cuántos goles convertiste en esta temporada?
La respuesta de Suárez es tan rápida como un flash: "36 (al momento de la entrevista, claro).

Ante el asombro del mundo, Lio le da un toque casi imperceptible al balón, hacia la derecha del punto penal y ligeramente hacia adelante...

"Y decís que no sabés los récords, comportate un pooooco! Sabés exactamente cuántos goles hiciste! le reprocha Carragher a Suárez en medio de un estallido de risas mutuas.

El uruguayo llega como una tromba y acaricia el balón con cara interna de pie derecho, poniéndolo contra el fierrito izquierdo del arco del sorprendido arquero de Celta de Vigo: es "Hat-Trick" y su gol número 23 en La Liga, el mismo que lo deja 2 goles encima de Cristiano Ronaldo en la lucha por el "Pichichi".

"No, no, honestamente yo sólo sé el número de goles que hago porque me los dicen después de los partidos", se defiende Suárez, como puede, aunque sin dejar de reírse, ante el triunfante Carragher.

"El gordo (Suárez) se me anticipó, lo habíamos preparado para que yo lo hiciera" declararía Neymar  públicamente, ante las risas de los periodistas, el domingo por la noche.

GOLEADORES..."Yeah, yeah, Todos dicen lo mismo, éstos goleadores...saben exactamente cuántos (goles) han convertido! Se saben todos los récords. A ver, en cuántos partidos convertiste esos 36?", acosa el ex-zaguero.
Sin parar de reírse, Luis suelta el número sin pensar ni un segundo: "34".

Entraría la pelota la noche siguiente tras esa exquisita jugada de Neymar? No importa, ese no es el tema, el caso es que "El Pistolero" la empujó adentro una fracción de segundo antes que el balón cruzara la línea, para quedar un gol arriba (en ese momento) de Cristiano por el "Pichichi".

Las risas de ambos no cesan. Ahora Jamie es el que ataca: "así que 61 goles (al momento de la entrevista) en 77 partidos por Barcelona. No muchos defensores pueden pararte, pero recordás el partido de caridad jugado en Anfield en marzo de 2015? 2 a 2 y el zaguero central (era Carragher) te metió en un bolsillo..."
Luis es ahora quien defiende: "bueeeno, era un partido de caridad. Lo que pasa es que vos estabas jugando en serio...siempre en seeerio".

PREMIER. La pregunta de Carragher estaba cantada: "Extranás la Premier? Cuál es la mayor diferencia con La Liga?
"La atmósfera y los partidos. En la Premier nunca sabés qué va a pasar, hay poca diferencia de potencial entre muchos de los equipos y eso es algo que me encantaba. Acá (La Liga), aparte de 3 o 4 clubes, hay gran diferencia con los clubes más chicos. No quiero sonar irrespetuoso pero hay partidos en que la prensa sólo se pregunta 'cuántos goles hará Barcelona hoy?'  Luis se extiende en la respuesta porque siente lo que está expresando: "y la atmósfera dentro de los estadios? El apoyo de la gente en Anfield es increíble. A veces puede pasar que el jugador no esté con su mejor ánimo para jugar un partido y llega a decirse 'uff hay partido hoy', pero era entrar a calentar en Anfield y cambiar totalmente mi mentalidad, prometerme a mi mismo, 'hoy tengo que hacer 2 o 3. La forma en que la gente le transmite su entusiasmo y su apoyo al jugador, es increíble".

BATI. Jamie se centra en el "9" otra vez: "No lo vas a decir vos, pero yo creo que sos el mejor "9" del mundo. Mientras crecías, hubo algún "9" que admiraras, que quisieras emular?"
Y Luis no se hace esperar en la respuesta: "Gabriel Batistuta, un espectacular número 9, un grande para encontrar espacios, patear de afuera del área, cabecear y rematar tiros libres también, cosa que yo no he logrado conseguir acá, aún no he podido patearlos! (??????).

Carragher proyecta la entrevista hacia el futuro: "Te gustaría volver a la Premier o preferirías alguna otra Liga de Europa?"
Y Suárez no vacila: "Preferiría quedarme acá por muchas temporadas más, pero si tuviera que retornar a la Premier sólo lo haría a Liverpool. No iría a otro club porque ese no sería un pase por dinero. También me gustaría jugar otra vez por Ayax, porque fueron ellos los que me permitieron desarrollarme como futbolista en Europa".

El ex-zaguero ataca ahora la parte futbolística: "Honestamente pensé que en Barcelona jugarías volcado a la derecha del ataque, la cual no es tu mejor posición. Cómo fué que tú y Messi terminaron trocando puestos?"
El goleador explica que "no me sentía cómodo en la derecha y durante un encuentro ante Ayax nos dijimos con Leo, 'y si tratamos de trocar posiciones a ver cómo funciona?' Nos sentimos bien los dos y decidimos permanecer así. El entrenador estuvo completamente de acuerdo, ya que lo que él quería era estar seguro que nos sintiéramos lo más cómodos que fuera posible".

TIKI-TAKA. Y respecto a los titubeantes comienzos del uruguayo en su nuevo club, Jamie citó el caso de Alexis Sánchez, hoy triunfando en Arsenal, como un ejemplo de alguien que no pudo adaptarse a moverse junto a Lionel Messi y Cia.

Luis reconoció que "al principio creí que no iba a poder adaptarme a la manera de jugar de Barcelona, ya que había un  montón de 'Tiqui-Taka' y muy poco espacio para moverme, por lo cual estaba realmente preocupado. La ayuda de mis companeros, el pasar a jugar en el centro del ataque y sobre todo la magnífica relación que se creó con Leo y con Ney, tanto afuera como adentro de la cancha, fueron las llaves del éxito. Me preocupé de que tuvieran claro que yo no venía acá a competir con ellos sino a ayudarlos".

Los sub-títulos en ambas páginas del Daily Mail, reproducidos a la cabeza de esta nota, responden a otras tantas preguntas de Jamie Carragher a Luis Suárez. En la 118, el uruguayo afirma que "quiero ser recordado por ganar trofeos y anotar goles, no sólo por las cosas malas que he hecho". A su vez, en la 119, "El Pistolero" explica que en Liverpool sentía que todo giraba a mi alrededor, mientras que ahora cada vez que salgo a la cancha lo disfruto y hasta río".

A la hora de publicar esta nota la pantalla de la tele en Inglaterra sigue ocupada con el penal "made in" Messi-Suárez y la bicicleta de Neymar. Ahora la encuesta que la cadena Sky hizo correr desde temprano en el día, marca una amplia victoria de quienes piensan que la estratagema no fue una falta de respeto hacia el rival de turno sino una obra de arte para apreciar por los amantes del fútbol: 61%  a 39%.




Nota del Redactor: para llegarle más al uruguayo, a quien obviamente está dedicado éste resumen de la extensa nota de Jamie Carragher a Luis Suárez, la traducción ha sido elaborada con nuestra terminología rioplatense.