"Erase, una vez, un planeeeta triste y oscuuuuro...." Así comenzaba allá por los '80 una canción de una vieja serie de dibujos para chicos. La letra puede ser aplicable al mundo de hoy, al menos en muchas de sus facetas: el terrorismo, la inseguridad, las economías vulnerables y endebles, la corrupción, el hambre que parece mentira que todavía sea triste protagonista estelar de la película en pleno siglo XXI..y también .el "Brexit", decisión alocada de un pueblo guiado por un grupo de desquiciados que pretenden ignorar la globalización de un mundo en el que cada vez es más imposible resolver los problemas unilateralmente, mirando para otro lado o colocándose en el lugar de un "caballito de reparto" que trota siempre hacia el mismo destino por inercia, desconociendo variantes o cambios de ruta, aunque los mismos sean inexorables o irrevocables.
La Primer Ministro británica Theresa May recurrió a "Los Tres Chiflados" para que lleven adelante con la Unión Europea las negociacions post-Brexit. De ese modo los papeles de Larry, Moe y Curly, están siendo representados por el ex-Alcalde de Londres, Boris Johnson, desde su puesto de Ministro de Relaciones Exteriores, Liam Fox, como Secretario Internacional de Negocios y David Davis, en su rol de Secretario del Brexit.
Se dice de ellos que Fox y Davis provienen de la misma fracción del Partido Conservador, pero también se afirma que hace mucho tiempo que alimentan una guerra sin cuartel entre ellos. Sólo hay un factor que los une, algo que ambos tienen en común y es que no soportan a Boris Johnson y no tienen mucho tiempo para dedicarle al ex-Alcalde de Londres. "Se odian entre ellos", ha declarado Tim Loughton, un ex-Ministro conservador del reciente gobierno de James Cameron. Según publica el matutino londinense "Daily Mail" en la página 6 de su edición del jueves 25 de agosto, Los "Tres Chiflados" comparten "Clevening", la gran mansión habitualmente asignada para albergar al Ministro de Relaciones Exteriores, la cual, como directa consecuencia, se ha convertido literalmente en una "Casa de Locos". Se comenta que dentro de esas paredes, que lamentablemente no hablan, Fox y Davis dirimen diariamente sus querellas personales, pero al mismo tiempo hacen frente común a la hora de enfrentar a Boris Johnson.
Las tensiones entre "Los Tres Brexiters", como popularmente se les ha bautizado, rondan fundamentalmente alrededor de quién será el elegido para comandar las conversaciones de salida ante la Unión Europea. Flota en Londres el convencimiento de que el nombramiento de "Los Tres Chiflados" en cargos claves para lidiar con las consecuencias del "Brexit", fue una jugada maestra de Theresa May, quien habría anticipado en círculos íntimos que la explosión de ese auténtico "Cócktail Molotov" podría resultar en...la tumba del "Brexit".
Por lo pronto el ya citado Mr. Loughton afirmó: "se odian entre ellos, eso es cierto y colocarlos en cargos claves que los obligan a enfrentar las conversaciones con la Unión Europea, es una gran jugada de Theresa porque si fallan, como todos pensamos que sucederá, ella podrá decirles 'se los avisé, o no?'"