domingo, 9 de marzo de 2025

CALLANDO BOCAS

Darwin Núñez volvió a callar bocas, así de simple y de sencillo. La perfecta definición con cara interna, de cachetada, tras el gran desborde de su compinche Luis Díaz, el mejor jugador de la cancha, significó el empate ante un Southampton que había sorprendido al ponerse a comandar el tanteador tras un inexplicable desentendimiento entre Van Dijk y Allison. Pocos minutos pasaron hasta que el de Artigas provocara con astucia un claro penal que Salah transformó presto en el 2 a 1. Era un choque entre el líder indiscutido y el colista también indiscutido, porque los del sur de Inglaterra están a 14 puntos de una hipotética pero altamente improbable salvación.

SANDWICHE. Sin embargo el encuentro que terminó definiendo Darwin a favor del puntero era, por dos razones clarísimas, un arma de doble filo: por un lado Southampton, sin chance práctica de permanecer en la categoría, no tenía en consecuencia nada que perder y por otro lado era un partido sandwiche, ya que tomaba a Liverpool entre dos choques ante el París St. Germain, en una serie que, pese al triunfo como visitante, sigue casi tan abierta como antes del partido de la capital francesa.  

DECISIVO. Núñez fue tan decisivo ante los "Santos" como lo había sido tres días antes en París, cuando recién ingresado desde el banco peleó de dientes apretados un envío aéreo sobre el área del PSG asistiendo luego a su compañero Harvey Elliot, quien con un remate cruzado inapelable puso el 1 a 0 con que los de Anfield se llevaron el primer round de la serie de octavos de Champions. Es cierto que el equipo de Luis Enrique fue netamente superior, tanto como que el arquero Allison fue por lejos la figura del partido con atajadas increíbles. Sin embargo, aplicando la lógica pura y dura, por sí sólo el trabajo descomunal del cuidavallas brasileño hubiera alcanzado, como máximo, para regalarle un empate a sus compañeros: la diferencia entre la igualdad como visitante y la victoria final, estuvo repartida entre Darwin, con su peleada asistencia, y el rubio Harvey con su gol.

GRANDES. Volviendo a la Premier el 3 a 1 final terminó distanciando a Liverpool -con un partido más jugado- 15 puntos por encima de su perseguidor más cercano. En efecto, Arsenal resignó dos unidades en su visita al Manchester United, que no contó con la fuerza y la técnica de Manuel Ugarte, al margen por lesión. En lo previo era el partido de la etapa y en la cancha lo confirmó con creces. Los golazos de Bruno Fernandes para el 1-0 del local y de Declan Rice decretando el empate a uno que sería definitivo, fueron sólo una muestra del ir y venir del juego, el resultado de una dinámica típica de un choque entre grandes de la Premier League.

CITY. A Chelsea le costó demasiado doblegar la resistencia del modesto Leicester City pero un remate cruzado y rasante de un Cucucrella que ha crecido en el torneo aún más que su frondosa cabellera, hizo posible que los dirigidos por el italiano Enzo Maresca se colaran en el cuarto lugar de la tabla de Premier, ya que el alicaído Manchester City de "Pep" Guardiola volvió a caer, esta vez en su visita al asombroso Nottingham Forest conducido por el portugués Nuno Espirito Santo, equipo que con su nueva victoria se consolidó en el tercer lugar de las posiciones.  El golazo impresionante del ex Manchester United, el sueco Anthony Elanga, puso el 1 a 0 definitivo que relegaría al 5to. lugar al actual tetracampeón de Inglaterra. En suma el City hoy por hoy, claro que con mucha agua por correr debajo de los puentes, está por ahora fuera de la próxima Liga de Campeones.


 

domingo, 19 de enero de 2025

LA HORA DEL GOLEADOR

         Apareció el goleador. Darwin Núñez cerró otra vez las bocas de sus muchos detractores y con dos goles anotados en los descuentos -minutos 91 y 93- hizo que su Liverpool doblegara al fin la resistencia de un porfiado Brentford y se afirmara cada vez más en la punta de la tabla de la Premier League. Fue casi un nuevo adiós de Arsenal -otro más- a la aspiración de revivir viejas glorias, habida cuenta del increíble empate -2 a 2- con que se saldó su compromiso ante el siempre imprevisible Aston Villa, transformados en una suerte de sombra negra de los dirigidos por Mikel Arteta.

Todo parecía cerrado y juzgado. Sólo faltaba el marronazo del juez sobre su mesa y el consabido dicho de "Siguiente Caso". A Liverpool le había costado muchísimo inquietar a la bien plantada defensa del local y además, como incómodo añadido, estaba soportando los conocidos contragolpes casi mortíferos de los conducidos por el danés Thomas Frank. Tanto fue así que por momentos fue más milagroso que el arco de Alisson se mantuviera cerrado, que el cero siguiera instalado en el de su colega Mark Flekken.

OPACADO. Para colmo de males el usual salvador de la gente de Arne Slot, el implacable Mohamed Salah, estaba prácticamente desaparecido en acción. En efecto, el egipcio apareció completamente opacado y sólo emergió cuando el recién ingresado Núñez le arrimó, más que le pasó, una pelota que la zurda del africano mandó apenas afuera, casi lamiendo el caño derecho del arco local.

Mientras tanto Brentford regalaba pelota y cancha a su poderoso rival. Un escalonamiento defensivo perfecto, casi una ofensa para una Premier en la que usualmente los espacios son estancias, impedía todo acercamiento sospechoso de quebrar el exitoso dispositivo de Frank. Un remate de Szoboszlai que encontró el horizontal y otro de Gravenberch que interceptó el buen arquero Flekken, más una ocasión desperdiciada por Cody Gakpo y un zapatazo con el sello de Alexander-Arnold fueron los golpes sobre la mesa que dió la visita para gritar su liderazgo y su necesidad de mantener la ventaja en la tabla o bien ampliarla como finalmente aconteció.

RIESGO. El costo de la tenencia de pelota, del asedio constante, del intento incesante de quebrar el sólido bloque defensivo del equipo londinense, fue el tomar el riesgo de poder bancar con éxito la velocidad y los cambios de frente vertiginosos de los Damsgaard, los Mbeumo y los Wissa, que nunca renunciaron al contragolpe. Claro, renunciar a él hubiera sido como dejar de lado la especialidad de la casa.

INQUIETO. Finalmente Brentford no pudo explotar el contragolpe. Liverpool tampoco podía romper el cero y estaba dejando dos puntos en el césped del G-Tech Stadium, allí al borde mismo de la autopista que muere en Bristol, bien al oeste de Inglaterra. Darwin había ingresado a los '65 sustituyendo a Luis Díaz. Se le veía más inquieto que nunca. Esta vez no se encerró entre los centrales del rival. Lo primero que hizo fue esa "arrimadita" para el único remate peligroso de Salah en el encuentro. Luego cabeceó un balón que se fue afuera.

DARWIN. Ya en tiempo de descuentos, a los 91', cuando todo se moría y el cero parecía cosa juzgada, Arnold se metió en el área rival y su preciso pase al medio lo capitalizó el de Artigas con una media vuelta inapelable que dejó la pelota besando dulcemente la red de Flekker. Siguió la corrida enloquecida de Darwin hacia el rincón de la hinchada visitante mientras la camiseta "9" volaba por el aire. Enseguida la pila humana tapó al salvador, al goleador que puede haber llevado a Liverpool a obtener -por ahora potencialmente- una ventaja de 9 puntos en la tabla, que sería casi un adiós definitivo a sus perseguidores inmediatos, una vez que se juegue el clásico ante Everton, suspendido en su momento debido a condiciones climáticas adversas.

CEBADO. Pero todo no había terminado con ese gol salvador debido a que los goleadores son como las fieras de la selva: suelen cebarse y querer más. A los 93' hubo conspiración de ingresados desde el banco y fue así que el "tano" Federico Chiesa abrió juego para Harvey Elliot y el nuevo pase al medio culminó con otra media vuelta de Darwin, casi idéntica a la anterior, con la salvedad que esta vez el balón se metió en la parte superior de la red del arco local. No había nada que hacer: era la hora del goleador.

UGARTE. Manchester United volvió a caer en forma estrepitosa en "Old Trafford". La derrota por 3 a 1 ante el siempre peligroso Brighton fue inapelable y volvió a dejar en claro que al nuevo técnico, el portugués Rúben Amorim, le espera una ardua tarea para revertir una situación harto complicada para un club con los pergaminos del United. El entrenador luso es un novato en la Premier y en esta Liga generalmente eso se paga muy caro. En cuanto a Manuel Ugarte, el ex-Fénix tuvo una de sus peores apariciones desde su debut en United y fue sustituido a los 64'.

SPURS. También volvió a caer Tottenham Hotspur, esta vez por 3 a 2 de visitante ante Everton. Rodrigo Bentancur continuó al margen de la convocatoria debido a la conmoción cerebral sufrida en el último encuentro que disputó con su equipo y a que, para estos casos, existe en Inglaterra un protocolo que exige que el futbolista afectado esté al margen de la competencia por un par de semanas.

En cuanto al técnico Ange Postecoglou, se esperan noticias de un momento a otro de parte de Daniel Lewy, propietario de los "Spurs", conocido por su poca paciencia con los entrenadores de su club cuando las cosas se tuercen. "Lo ha aguantado demasiado", reza un titular de la prensa inglesa.  

domingo, 5 de enero de 2025

DUELO DE TITANES

        ¡Viva el fútbol! No existe una exclamación mejor que esa para rotular el segundo tiempo del 2 a 2 con que igualaron el líder Liverpool y el visitante Manchester United en el clásico de los clásicos del fútbol inglés, aunque uno sea el puntero con luz de la Premier y el otro esté relegado al lugar 13 de la tabla. Fue además un duelo entre uruguayos en el que tanto Manuel Ugarte, quien jugó los 97 minutos del partido, y Darwin Núñez, quien ingresó a los 60' sustituyendo a Luis Díaz, tuvieron roles protagónicos desde sus respectivas funciones en la cancha.

El primer tiempo fue de estudio y de toma de precauciones. Se encararon, cada uno calculó sus posibilidades, tomó nota de los defectos del rival y lo miró de reojo. Cody Gakpo definió bien pero sin suerte, luego Onana le puso un pie providencial al remate de Mac Allister y en el otro arco Allisson ganó en forma estupenda un mano a mano con el ariete danés Hojlund: eso fue todo en materia de riesgos para las vallas.

UGARTE. Ambos contendores jugaron esa etapa inicial como quien escribe en borrador: desprolijo y con fea letra. Paradojalmente ese juego favoreció la función de Manuel Ugarte. El formado en Fénix apareció como desde las sombras cortando el juego del rival, tapando espacios, "raspando" y hasta colocando pases precisos en la dirección adecuada, claves para descomprimir la esporádica presión que el local aplicó en cuentagotas. En conclusión, en esos primeros 45' se dió el trámite ideal para que el uruguayo saliera a escena con una actuación redonda.

ÉPICO. Tal como suele suceder en la Premier, en pocos minutos todo cambió y el segundo tiempo terminó siendo épico, de lo mejor que se ha visto hasta ahora en Premier. A los 52' Bruno Fernandes metió un pase corto de antología para que Lisandro Martínez, tomando el papel de ariete, fusilara sin remedio a Alisson Becker. Tal como se preveía el 1 a 0 desató la guerra. En el otro arco, seis minutos más tarde, Cody Gakpo enganchó magistralmente y esta vez no falló: remate alto y fuerte, muy similar al de Lisandro -otro "misilazo- y Onana que no tuvo nada que hacer: 1 a 1.

A los 59'  Arne Slot mandó a Darwin Núñez y a Diogo Jota a la cancha, sustituyendo a Luis Díaz y a Curtis Jones respectivamente, configurando claramente dos cambios de corte netamente ofensivo que ya estaban preparados antes del empate de Gakpo. En otras palabras, después del 1 a 1 el técnico neerlandés no renunció a su ambición de triunfo pese a que el empate confirmaba su ventaja en la tabla de posiciones.

NÚÑEZ. Darwin salió como estampida y entonces el zaguero De Ligt lo paró con infracción que mereció la tarjeta amarilla que le mostró Michael Oliver. No habían pasado ni dos minutos cuando el cabezazo de Núñez encontró el brazo levantado de De Ligt y, tras la confirmación del monitor, el penal fue transformado en gol por el goleador de siempre, Mohamed Salah. Liverpool lo estaba remontando, así que Anfield explotaba, Darwin estaba siendo fundamental para un triunfo que ya se tocaba con las manos.

EMPATE. Nada más lejos de la realidad de una Premier siempre imprevisible y explosiva. Luego de que Darwin recibiera la quinta amarilla en el torneo por una violenta embestida al defensor De Ligt, Alejandro Garnacho, quien había ingresado por Mainoo en otro cambio de corte ofensivo esta vez de parte del portugués Rúben Amorim, desbordó por izquierda con su habitual velocidad y el juvenil Amad Diallo definió perfecto tras recibir el pase rasante del argentino: 2 a 2. 

INCREÍBLE. En el último segundo Manchester United pudo adjudicarse una remontada memorable cuando el zaguero Harry Maguire, de actuación descollante en el partido, permaneció en el área rival asumiendo el rol de centro delantero y terminó perdiéndose el gol de su vida cuando mandó la pelota a la tribuna tras capitalizar el pase que le llegó desde la derecha de su ataque.

Fue un segundo tiempo increíble en el que Darwin Núñez tuvo participación decisiva obteniendo el penal que Salah transformó en el transitorio 2 a 1 y en el que Manuel "Manu" Ugarte no tuvo las mismas "comodidades" que en el período inicial pero igualmente se revolvió como gato entre la leña, luchando a brazo partido e intentando frenar el aluvión que por momentos fue el equipo local.

TROPEZÓN. Arsenal se había puesto en ventaja en su visita al difícil Brighton pero un penal tan inusual como claro cometido por el zaguero francés William Saliba, fue transformado en el 1 a 1 definitivo por el brasileño Joao Pedro. De todas formas los "Gunners" siguen como únicos escoltas del líder Liverpool. Los siguen separando 6 unidades pero los de Anfield tienen un partido menos disputado que dirimirán en febrero ante Everton, su rival de ciudad: otro clásico.

Chelsea sigue dejando puntos por el camino, ya que tras dos derrotas consecutivas, no pudo doblegar a Crystal Palace en el siempre complicado "Selhurst Park" de Londres: 1 a 1. Manchester Ciry goleó 4 a 1 al endeble West Ham United dirigido por el español Julen Lopetegui y se encaramó al sexto lugar de la tabla.

BENTANCUR. Tottenham Hotspur, otra vez sin Rodrigo Bentancur suspendido nuevamente pero esta vez por haber llegado a la quinta tarjeta amarilla, volvió a caer en su casa del norte de Londres. Esta vez su verdugo fue Newcastle United que lo derrotó 2 a 1 y dejó pendiendo de un hilo -muy delgado por cierto- al entrenador griego Ange Postecoglou, cuyo destino inmediato está hoy en manos de Daniel Lewy, el dueño de los "Spurs", quien no se caracteriza precisamente por su paciencia con los técnicos de su club cuando la mano viene mal jugada, tal como precisamete sucede en estos días. El comienzo de semana podría deparar noticias muy desagradables para el correcto Postecoglou.