domingo, 24 de septiembre de 2023

EL FABRICANTE DE SUEÑOS

       Darwin Núñez le sigue comprando regalos a los hinchas de Liverpool y estos se los agradecen con ovaciones estruendosas que hacen temblar el viejo templo de Anfield Road y que parecen confirmar que realmente un nuevo ciclo uruguayo está en marcha en la ciudad de los legendarios Beatles. Por supuesto que ellos ni por asomo olvidan las hazañas inigualables de Luis Suárez. Y tampoco comparan, no sólo por aquello tan trillado de que las comparaciones son odiosas, sino porque, en este caso, futbolísticamente hablando, resulta imposible comparar.

Sin embargo hoy los liverpoolenses vuelven a estar felices por obra y gracia de otro goleador nacido muy cerquita del lugar en el que Suárez vio la luz en este mundo. Al despliegue y al genio del argentino Mac Allister, a la magia del egipcio Mohamed Salah y al "diablo en el cuerpo" que tiene el cafetero "Lucho" Díaz, el artiguense Darwin le viene poniendo la frutilla sobre la torta con goles que sellan remontadas o que simplemente definen partidos como el de la tarde del domingo ante el hoy encumbrado West Ham United.

 Con un robo cerca de su propia área, Núñez inició la jugada que él mismo culminó con un taquito en el área rival y con Salah en el piso tras ser claramente derribado cuando era inevitable que aprovechara la asistencia del uruguayo para fusilar al francés Alfonse Areola, cosa que el egipcio concretó igualmente desde el punto del penal. Transcurrían sólo 15 minutos y la acuarela ya iba pintando de rojo el césped de Anfield.

Sin embargo lo cierto fue que cerca del cierre del primer tiempo el siempre inquieto Jarrod Bowen, tirándose en palomita, anotó el empate y complicó las cosas para el dueño de casa. Antes del descanso, un remate de Núñez al primer palo fue neutralizado por Areola. El uruguayo amenazaba, anunciaba que no se entregaba y pronosticaba cosas para el complemento: había tiempo.

A 11 minutos de iniciado el segundo tiempo, el artiguense tuvo el segundo pero tras una media vuelta perfecta dentro del área rival, le pegó tan mal a la pelota como para mandarla de obsequio a la tribuna. No hubo que esperar demasiado, sólo 4 minutos, para que se viera sobre el césped la obra de arte que culminó con el segundo gol del local. El mundialista Mac Allister, un genio vestido de rojo, frotó la lámpara. Núñez levantó la cabeza para seguir la trayectoria del balón surcando el cielo de Liverpool, "picó" calculando el punto de aterrizaje del útil y, sin molestarse en intentar pararlo, le dió en el aire un suave toque corto que alcanzó y sobró para dormirlo en el fondo de la red de Areola.

Cuando a los 85 minutos llegó el tercer gol, el del portugués Diogo Jota, ya West Ham había quedado desarmado. Darwin Núñez es hoy día un factor decisivo para que el Liverpool de Jurgen Klopp, Salah, Mac Allister, Luis Díaz  y compañía, sea el único escolta, a sólo 2 unidades, del aparentemente imparable Manchester City de Guardiola, Haaland y Foden.

Sin embargo Darwin Núñez viene haciendo carrera como fabricante de sueños y, si esto sigue así, cualquier cosa puede pasar.

DERBY. El clásico del norte de Londres se saldó con un empate: 2 a 2. Hasta los 35 minutos el protagonista exclusivo fue Arsenal, con una presión sostenida sobre la salida del rival, pero con el magro saldo de sólo un gol a favor y encima convertido en propio arco por el mundialista argentino, Cristian Romero. Entre salvadas heroicas del arquero italiano del Tottenham, Guglielmo Vicario, y el gol errado casi insólitamente por el brasileño Gabriel Jesús, fortalecieron el viejo dicho de que "goles errados son goles en contra".

Y claro, ni lerdo ni perezoso el capitán de los Spurs, el goleador coreano Heung-Ming Son, apareció casi en la hora del final del primer tiempo, para hacer respetar esa sentencia y poner el 1 a 1 parcial. Arsenal, que no hacía pie desde el minuto 35, encontró un nuevo regalo del "Cuti" Romero, en una tarde de espanto, que seguro el argentino no olvidará: manos arriba, penal clarísimo que Bukayo Saka transformó en el transitorio 2 a 1 para el local.

Sin embargo el vasco Michel Arteta hizo cambios que nadie entendió: entraron el alemán Havertz, quien desde que tiene minutos en su nuevo club es obligado a jugar en una posición en la que no rinde porque sencillamente no la siente y el ítalo-brasileño Jorginho, el mismo que en su primer toque del balón, lo perdió insólitamente propiciando el segundo gol de Son.

Con el 2 a 2 instalado en el marcador, Arsenal, que ya no podía, siguió sin poder, mientras que Tottenham Hotspur, quizás pudo pero prefirió no arriesgar y asegurar el puntito de visita en el Emirates Stadium.

 ATROPELLO. Newcastle United apabulló al local Sheffield United con un 8 a 0 que mucho antes de concretarse había echado del estadio a las tres cuartas partes de la hinchada del dueño de casa.

Más que goleada, fue casi un atropello y un atropello curioso porque, aunque parezca mentira, las "Urracas" del norte de Inglaterra no brindaron una gran exhibición futbolística para llegar a esa cifra, sino que, simplemente, fueron prácticas a la hora de explotar las tremendas falencias de un equipo recién ascendido y con perspectivas demasiado claras de un descenso prematuro, por más que recién esté amaneciendo en la temporada.

Y para que nadie cuestione el ambiente de equipo que reina en los dirigidos por Eddie Howe, debe remarcarse debidamente que los 8 goles fueron anotados por 8 futbolistas diferentes: un récord muy pero muy difícil de igualar. 

lunes, 18 de septiembre de 2023

BANDERA ROJA

 Nueva remontada del Liverpool F.C. Otra vez -una más- el artiguense Darwin Núñez plantó bandera -roja, por supuesto- dijo "aquí estoy yo!" y desde que entró a la cancha a los 56 minutos sustituyendo al neerlandés Cody Gadkpo, fue pesadilla constante para los sufridos defensores del Wolverhampton Wanderers, incluido el debutante uruguayo Santiago Bueno, quien ingresó en su debut a los 65 minutos como lateral izquierdo -fuera de puesto- por el lesionado Ait-Nouri y, como añadido, tuvo la mala fortuna de sellar la derrota de su equipo cuando en el minuto 91 desvió hacia su propio arco un remate del recién ingresado liverpoolense Harvey Elliot.

Todo había comenzado muy diferente. Los "Lobos", lanzados en manada hacia el arco de Allison Becker, con presión asfixiante en la salida del visitante y con dos aviones personificados en el portugués Pedro Neto y en el brasileño Matheus Cunha, no daban respiro a una endeble defensa visitante. Justamente, tras una jugada antológica del extremo lusitano, se pusieron en ventaja muy temprano, a los 7 minutos, a través del toque justo del coreano Hee-Chan.

El problema de los "Wolves" es que la película se les repite todos los fines de semana: arrancan a ritmo de infierno, petrifican al rival, lo dejan impotente a base de velocidad, intensidad y muy buen fútbol, pero fallan una y otra vez a la hora de concretar o de ampliar ventajas y asegurar partidos. Y siempre lo pagan carísimo, sobre todo si el rival es un equipo de linaje y cuenta con un plantel rico por demás, capaz de dar vuelta la tortilla en un santiamén.

En efecto, un minuto antes de dejar su lugar a Núñez, Gadkpo culminó una gran maniobra de Mohamed Salah, empató el partido e hizo caer en saco roto todo lo que había hecho de bueno el local, aunque siempre, claro está, perdonándole la vida al rival como ya se ha hecho costumbre en el equipo dirigido por Gary O'Neill.

Después la dupla sudamericana conformada por Darwin y el colombiano "Lucho" Díaz, quien ya  había ingresado al campo para el inicio del complemento, colaboró en la demolición del local, con activa participación en la remontada final, sin dejar de lado, por supuesto, a un exhuberante Salah -dos asistencias- y a un estupendo Andy Robertson, asistente y ejecutor, respectivamente, del magnífico segundo gol de los dirigidos por Jurgen Kloopp. 

 Un capítulo aparte merece el arranque de la jugada previa al tercer gol de la visita. El control de Núñez utilizando el cuerpo a la perfección, precede a la potencia de un arranque impresionante que pasa, sin avisar, de primera a sexta velocidad con pelota al pie, hasta poner el balón justo para que el egipcio Salah se lo regale al juvenil Elliot. Luego siguió el remate preciso, el roce en Santiago Bueno y el sello de la victoria de Liverpool en el Molineux. 

TEATRO DE LAS PESADILLAS. Brighton cada vez juega mejor, crece en cada partido y esta vez, sin ningún tipo de dudas, dió la nota de la jornada de Premier, castigando duramente la inoperancia absoluta de un Manchester United desnutrido en todas sus líneas, sin capacidad de reacción y superado en todos los aspectos del juego.

Fue baile, fue pesto, así de simple y de contundente. Los dirigidos por el italiano Roberto De Zerbi se pasearon por la cancha, le caminaron por arriba a su rival y con el 3 a 1 final -resultado corto si los hay- terminó haciéndole precio a los del neerlandés Erik Ten-Haag, aunque profanó claramente el templo de Old Trafford, que el sábado pasó de "Teatro de los Sueños" a "Teatro de las Pesadillas".

Facundo Pellistri, junto al hispano-argentino Alejandro Garnacho, ingresó "faltando nada", con "Las Gaviotas" comiéndose el postre tras un picnic bajo la lluvia que resultó sencillamente épico. Aparte del paseo al que su equipo se vio sometido, ofensivamente Ten-Haag apostó todo a Marcus Rashford y, pese a que el inglés fue por lejos la figura del United, navegó remando siempre en solitario, cuando saltaba a la vista que necesitaba la ayuda de dos punteros clásicos. Los tuvo...a los 85 minutos, con el resultado sentenciado y la mitad del legendario Old Trafford ya vacío.

CERO. Chelsea muestra simplemente más de lo mismo en cada partido. Mauricio Pochettino no le encuentra la vuelta a la inoperancia de su oncena. El "Blue" es intenso, aplicado, dinámico, creador de situaciones de gol, todas ellas desaprovechadas, por supuesto.

Un club pletórico de figuras que se retiran frustradas tras cada choque. Los de Stamford Bridge multiplican fútbol, chances, intensidad. El problema es que esa multiplicación siempre les da cero, aún ante equipos tan modestos como puede ser Bornemouth. Un 0 a 0 con pena y sin nada de gloria.

TROSSARD. Otra vez Leandro Trossard le sacó a Michel Arteta las castañas del fuego. Esta vez el belga culminó una jugada colectiva de altos kilates y liquidó el pleito -1a 0- ante el humilde Everton, candidato firme a pelear por la permanencia, una vez más.

En este caso el tema pasa por lo que les cuesta a los "Gunners" plasmar en el tanteador la superioridad incuestionable que muestran sobre la gran mayoría de sus rivales. La identidad que el técnico vasco le ha dado al equipo es clara por demás, no resiste duda alguna, pero a veces parece que el arco rival fuera más chico que el propio.

Por derecho propio, por el antecedente inmediato de ser el sub campeón inglés, Arsenal es el abanderado en la persecución del indiscutido favorito, el Campeón de Europa Manchester City. El equipo de Londres parece aferrarse con uñas y dientes a esa condición, se desespera para no perderle pisada al monarca y eso indudablemente le juega en contra, le pesa y mucho.  


martes, 5 de septiembre de 2023

DE URUGUAY Y DE EGIPTO

No jugó solamente un cuarto de hora, esta vez Darwin Núñez fue titular y nuevamente resultó el jugador más influyente de Liverpool para el contundente 3-0 final con que los de Jurgen Klopp se deshicieron del siempre molesto Aston Villa.

Es cierto que cuando a los 3' el húngaro Szoboszlai colocó un remate cruzado y preciso para abrir la cuenta y el camino para la victoria del local en su reducto de Anfield, facilitó todo lo que vendría luego, porque muchas veces el primer gol -si viene desde el vestuario con mayor razón-  es clave para el desenlace inmediato de cualquier partido de fútbol.

Después Darwin y Salah levantaron la mano como en la escuela, pidiendo así permiso para terminar de cortar la torta. Gran diablura del egipcio por la derecha de su ataque, perfecto pase al artiguense y soberbia "picadita" del larguirucho número 9 por encima del siempre petulante "Dibu" Martínez a quien, como tantas veces, la fortuna le dió una mano gigantesca, de modo que el balón, caprichoso y antipático, se empeñó en darse contra el horizontal del arquero mundialista argentino.

Corrían 22' y Liverpool seguía golpeando la puerta. Otra vez la alianza Uruguay-Egipto apareció sobre el verde. Cuando recibe el pase largo, Salah corre pero ni siquiera mira a Darwin, simplemente le cachetea la pelota para que Núñez le pegue con la derecha. Es discutible el hecho de si en esta ocasión el de Artigas ligó o no ligó, porque el balón da de lleno en el caño izquierdo del arco de Martínez, pero el lateral-volante  de los "villanos", Matty Cash, que corría desesperado de frente hacia su valla procurando un cierre que a esa altura era como mínimo utópico, no pudo evitar "llevarse puesta" la pelota que fue a parar al fondo del arco visitante para sellar un 2-0 bien marcado y bien puesto.

Ya en el complemento y tras no poder darle bien de cabeza a una pelota cruzada desde la derecha que se le fue afuera sólo por un suspiro, en el minuto 55 Darwin regala un anticipo ofensivo perfecto para peinar el balón justo hacia donde entraba Mohamed Salah, quien tuvo que hacer poco más que soplarla para que besara la red del "Dibu", sellar el tercero de Liverpool y contribuir a que el "compadrito" cuidavallas argentino sea hasta ahora uno de los arqueros más vencidos en la presente edición de la Premier League.
 
Por las razones vertidas, cuando a los 65' Klopp decidió sustituir a Núñez, quizás para preservarlo tras el 3-0 que ya era hacía rato irrevocable, la ovación que bajó de todo Anfield fue ensordecedora y estuvo acompañada del clásico "Nunez, Nunez, Nunez!". Sí, claro, sin la "ñ", por supuesto, porque seguramente no nació aún el inglés que pueda pronunciar una letra....que no existe en su vocabulario.

REGALO. El cierre de la fecha fue un regalo que Arsenal y Manchester United hicieron a propios y extraños. Fue un tuya y mía espectacular. Por momentos parecía que se lo llevaba uno y de repente, casi sorpresivamente, la balanza parecía inclinarse para el otro. Hasta el VAR dividió honores, ya que hizo justicia desesetimando un penal -inexistente- que cobró Antony Taylor a favor de Arsenal, pero con el correr de los minutos la tecnología evitó que el hispano-argentino Alejandro Garnacho definiera el pleito para la visita, cuando le marcó uno de esos offsides realmente tan odiosos como absurdos: hombro adelantado o rótula en infracción.

Al final lo definió en los descuentos un derechazo de Declan Rice, el ex capitán de West Ham United, con bonificación incluida por desvío en un defensa que descolocó al arquero camerunés Onana. La gran jugada y excelsa definición del brasileño Gabriel Jesús, de enorme segundo tiempo, simplemente abrochó una victoria "Gunner" que ya estaba consumada y que mereció un festejo eufórico del técnico Michel Arteta, de todo su banco de suplentes y....claro, también de más de medio Londres.