Liverpool sorteó un escollo muy molesto derrotando por 2 a 1 al siempre complicado Brighton. El final marcó un triunfo trabajado a pico y pala, así como el reencuentro de los de Klopp con el liderazgo en solitario, sobrepasando a Arsenal por dos unidades y a Manchester City por tres. Una vez más la punta se tiñó de rojo haciendo juego con una Premier League que sigue estando precisamente al rojo vivo.
FURIA. Se cumplían apenas los dos primeros minutos y el remate cruzado del interrminable Danny Welbeck anunciaba una tarde difícil para Liverpool. Brighton se ponía 1 a 0 casi desde el vestuario y amenazaba complicar las cosas en Anfield. El gol desató la furia del local pero la intensidad que alcanzó en el juego no hizo migas con la precisión a la hora de crear y definir.
DARWIN. De esa manera Mohamed Salah se equivocó dos veces al elegir en ambas las opciones menos adecuadas a las ocasiones de gol que se le presentaron. Alexis Mac Allister fue por entonces la mejor carta de Klopp y Luis Díaz se revolvió como pudo con sus habituales movilidad y habilidad y hasta logró anotar el empate aplicando su repentización y oportunismo.
Darwin Núñez nunca fue bien explotado por sus compañeros pero está claro que igual buscó denodadamente su gol, el mismo que casi le llega de la manera más insólita cuando remató desde el piso y el arquero neerlandés Verbruggen le negó la conquista con un manotazo providencial.
CONTUNDENCIA. El complemento mostró al Liverpool de la intensidad, de la ambición pero por sobre todo, de la contundencia. Mac Allister mantuvo su gran nivel, el húngaro Szoboszlai apareció por fin en el partido con un gran rendimiento, "Lucho" Díaz fue un "infierno" y el egipcio Salah, culminando una triangulación espectacular, encontró por fin el gol que había estado buscando sin éxito durante el primer tiempo.
Puede afirmarse que por esta vez Darwin, siempre con el overol puesto, centró su colaboración en movimientos sin pelota que arrastraron marcas, dejando así espacios libres para que los aprovecharan sus compañeros.
En los minutos finales el Brighton del cotizado entrenador italiano De Zerbi mostró una vez más sus credenciales y pegó varios sustos a las hordas del alemán Klopp, aunque al final la gente de Anfield Road terminó llevándose tres puntos de un valor incalculable.
AJEDREZ. En el partido cumbre de la fecha el local Manchester City y el visitante Arsenal no consiguieron quebrar el cero de un encuentro cerrado como pocas veces se da en la Premier League y entonces ambos terminaron cediendo posiciones en la tabla en beneficio del equipo del uruguayo Darwin Núñez.
"Pep" Guardiola y su ex Ayudante Técnico Mikel Arteta volvieron a jugar un auténtico partido de ajedrez sobre el gramado de una cancha de fútbol. El tema pasa porque ambos son grandes estrategas y se conocen al dedillo, tanto que en todo momento quedó muy claro que sólo una inspiración individual, una jugada antológica, un evento casual o un error flagrante, podrían ser los únicos elementos que quebrarían la paridad reinante en el "Etihad Stadium". Nada de esto ocurrió y entonces el cero quedó grabado a fuego en el marcador final.
CONFORMIDAD. Con el City en lo suyo, mostrando un alto porcentaje de posesión de pelota pero a la vez poca sorpresa y nada de contundencia y con los "Gunners" jugados a una defensa firme como una roca y a saltearse el mediocampo las pocas veces que pudieron hacerlo -receta clave para zafar de la telaraña que "Pep" instala en esa zona del campo-, con cambios de frente y velocidad que culminaron en contragolpes que no fructificaron, se llegó inexorablemente al 0 a 0 final, al cabo del cual ninguno de los actores pareció precisamente desconforme.
Fue una batalla táctica como pocas veces se ve en el planeta fútbol y habla por sí sóla de una paridad, de un respeto y de un conocimiento exhaustivo del estratega del oponente.
ESTRATEGIA. El día después muchos piensan -y así lo expresan- que lo de "Pep" y Mikel fue un fiasco y hasta se atreven a dudar que, por lo visto en el "Etihad", la Premier League sea la mejor del planeta. Son los mismos que prefieren un 5 a 4, un 4 a 3 o un 3 a 3 simplemente porque resultan más divertidos para la vista del espectador, pero no tienen en cuenta que esto es fútbol de alta competencia y en él lo que está en juego vale todas las precauciones y estrategias que se tengan a mano para ser aplicadas sobre un rectángulo de juego.
LIRICA. Dichos amantes de la lírica siempre tienen sobre la mesa la opción de disfrutar de una buena ópera, de un gran concierto y también de una magnífica obra de teatro, pero esto que nos ocupa se llama fútbol, estimados, y en él hay que ganar y para lograrlo no se puede regalar nada.
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