viernes, 13 de mayo de 2016

"Club Uruguay"

Una vichadita a los 23 alcanza y sobra para vaticinar lucha, amor propio, defensa de una camiseta tan gloriosa como la historia que escribió, unidad inquebrantable, solidaridad sin concesiones, marca sin cuartel en cada rincón de la cancha, pero también fútbol y sobre todo contundencia, mucha contundencia a la hora de ejecutar al rival.

Son casi los mismos de siempre porque el recambio ha sido muy lento y selectivo, tanto como lo consideró acertadamente, contra viento y marea, el constructor de la obra, el pilar del proceso de selección más exitoso de la rica historia del fútbol uruguayo, el Maestro Oscar Washington Tabárez. Los que quedaron por el camino desde hace un tiempo ya, habían dado todo también, pero no tenían más para dar, al menos al nivel que se requiere hoy en el exigente mundo del fútbol internacional, Esa es una cruel verdad que lastima, duele, hace sangrar, pero es irrevocable.

RIDICULO. Ya nadie se acuerda que Uruguay fue despreciado una vez más, como tantas, a la hora de designar a los cabezas de serie del torneo que ganó más veces que nadie. "Manda el dinero", "USA es el organizador", "México lleva más aficionados que ningún otro incluido el anfitrión", "Brasil es Brasil, pesa siempre y además también atrae a una multitud impresionante de hinchas" o "Argentina está bien, es el segundo con 14 Copas América conquistadas", fueron sentencias que el uruguayo aprendió casi de memoria a la hora de consolarse por el desprecio de la Conmebol, la falta de respeto a una historia futbolística rebosante de gloria y -peor aún- por las excusas esgrimidas por el máximo organismo continental, cuyo ridículo contenido argumental estropeó aún más la pobre imagen que ya se tenía de dicha institución.

Las redes sociales, como casi todo en ésta vida, tienen cosas buenas y malas. Para el caso en cuestión apareció alguien -de esos que siempre dan el zarpazo en el momento justo- que escribió algo semejante a "muchachos, y si dejamos que se preocupe el cabeza de serie al que le toque Uruguay?".Muchas veces el hincha, a puro ingenio y corazón combinados, supera la pluma del periodista y el recién relatado, es el caso típico del hincha rápido y expeditivo: asunto solucionado para todos...menos para México que por ausencia completa de merecimientos es el cabeza de serie más injusto, el que por lejos menos lo justifica...el que, al menos aparentemente, tuvo en el premio su castigo. Claro, "los pingos se ven en la cancha", reza el dicho popular, pero a priori, por antecedentes, por historia -la lejana y la reciente- al azteca primero le dieron el dulce pero después el azar, la bolilla, la justicia, esa que siempre tarda pero llega, le regó la golosina con la hiel más amarga que pudo encontrar.

CLUB, Uruguay llega con ventaja a la Copa América Centenario. Es la misma que lo tiene como líder de la Eliminatoria Sudamericana, la misma que lo vió quedarse con la cuarta posición en el Mundial de Sud Africa en 2010 y casi enseguida arrebatarle en su propia casa a los vecinos y archi rivales argentinos la Copa América número 15. Porque la selección uruguaya actúa, obra y rinde como un club, de esos que siempre están vestidos para matar y que, de no mediar imprevistos o cambios de árbitros tendenciosos por personajes corruptos, siempre están peleando las definiciones de los torneos cumbres o, en el peor de los casos, quedan siempre cerca de esos momentos.

No existe selección competitiva alguna en el mundo que arrastre un proceso tan largo y exitoso, a partes iguales, teniendo al timón al mismo capitán durante una década. El rumbo nunca se perdió, la tripulación sufrió cambios tan mínimos como imprescindibles y, ni aún los combinados uruguayos que lograron en el pasado lejano campeonatos olímpicos y mundiales, consiguieron perpetuarse en un proceso como el actual. Fueron "dioses", pero por diferentes razones a los gloriosos celestes de otras épocas nunca se les regaló  una conducción estable, prolongada y exitosa, aún habiéndolo merecido sobradamente luego de conseguir los éxitos más importantes de la historia del fútbol uruguayo.

Por eso es muy difícil para los otros, sean grandes, medianos o chicos, medir fuerzas contra el "Club Uruguay", una institución nueva que nació en 2006, fundada en primera instancia para borrar la amarga cicatriz de una nueva ausencia celeste de un Campeonato del Mundo. Esa fue la primera misión del flamante club comandado por el Maestro Oscar Tabárez. Luego los amigos unidos, con la fé inquebrantable que crece como levadura a fuerza de confianza, sacrificio, orgullo y espíritu de lucha, fueron mucho más allá de aquella casi olvidada meta inicial y lo que lograron luego ya es historia conocida.


2 comentarios:

  1. Nada para comentar, todo está dicho con sabiduría e inteligencia y para darnos la "yapa", con esa forma de decir (escribir) que nos atrapa a tantos uruguayos. Como siempre, un gustaso leerte.

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