El Big Ben se incenciaba de mil arco iris despidiendo 2011 y recibiendo 2012. Las aguas del Támesis resplandecían vestidas de furiosos colores que reflejaban los fastuosos fuegos artificiales que cada 365 días convocan 300.000 personas en el centro de Londres y millones que permanecen deslumbradas durante 15 minutos frente al televisor, con una copa de champagne en la mano que espera paciente por el brindis familiar.
"Estas son crisis", comenta alguien sin dejar de mirar ni por un segundo los cambios de luces de la pantalla. Enseguida, otro miembro de la familia se manda el tal apunte: "sí, pero miren abajo, al hombre no lo sueltan, sigue en primer plano aunque en este mismo momento terminen haciendo volar al mismo Ojo de Londres por equivocación". Debajo del baile frenético de luces, la base de la pantalla focalizada en uno de los canales de la BBC, dice: "la Comisión Independiente de la FA dio a conocer hoy el informe con los detalles del fallo contra Luis Suárez. Dice que las explicaciones que dio el futbolista de Liverpool no son creíbles ni confiables, ya que dijo que la expresión (negro) la utilizó en tono conciliador, cuando sin lugar a dudas se podía apreciar que existió una ácida discusión entre ambos jugadores (Suárez y el francés Evra durante el clásico disputado el 15 de octubre pasado por la Premier League inglesa entre Liverpool y Manchester United en Anfield Road).
El rock de fondo continuaba atronando, los colores de los fuegos saltaban en la pantalla iluminando el living vestido de 31 de diciembre. Pero persistentes, indelebles, tozudas, en la base de la pantalla las letras seguían sucediendo a las letras: "el informe consta de 116 páginas y es el más extenso de acción disciplinaria alguna que haya sido emprendida por la FA en su historia. Agrega que el tono que empleó Suárez cuando pronunció siete veces la palabra prohibida (negro) no era conciliador sino de tono netalmente racista y eso vale para Inglaterra, Uruguay y toda América del Sur. Evra declaró que cuando amenazó al uruguayo con pegarle un punetazo si seguía repitiéndole la ofensa, Suárez le contestó: 'no hablo con negros'".
Los aplausos comienzan a sustituir al rock y a los colores. Las cámaras enfocan primeros planos de rostros felices y satisfechos por haber asistido a un espectáculo inolvidable. En la pantalla se abre un recuadro que muestra la pirotecnia y los colores que se abren al mundo desde el castillo de Edinburgo, un lugar que parece pintado en el mundo. Pero en la base las palabras siguen corriendo como en una marquesina ofreciendo los titulares de un diario de primera línea: "...y se configuró una clara ofensa de corte racista, pese a que Evra aventuró que no cree que Suárez sea racista y esta Comisión está de acuerdo con esa apreciación. Suárez prometió que no va a usar más esa expresión durante su actuación en el fútbol inglés y creemos que cumplirá su palabra".
"Llegué a este país en 1974 y es la primera vez que veo a un uruguayo acaparar las noticias de esta forma, es increíble, no hablan más que de él", dijo alguien de la familia. Cierto, tanto que desde el 15 de octubre pasado, con mayor o menor intensidad según la novedad de turno sobre su caso -o sus casos- la prensa inglesa amanece con Suárez en primera plana y anochece abrazada a él.
Claro está que la novela sigue. Ahora todos esperan por Liverpool, la pelota está quieta en el círculo central del estadio de Anfield Road. Cerca de la fecha tope del 13 de enero, en que vence el plazo para la apelación del caso, alguien la tocará en corto hacia un costado y la opción quedará abierta para que se juegue con dos sistemas tácticos radicalmente diferentes.
"Esta Comisión calibró el testimonio de Suárez, quien se mostró inseguro al declarar, tanto como no creíble ni confiable. En cambio Evra apareció siempre seguro, firme y calmo al brindar su testimonio". Después del toque en corto utilizado solamente para mover la pelota, puede venir un pase profundo al área, sin más dilaciones. Una apelación contra la resolución que será radical, profunda, penetrante. Luis Suárez fue condenado luego de haber escuchado solamente a la otra campana, a la acusación desnuda de testigos, sentenciado antes de ser escuchado, así que Liverpool buscará el gol sin más trámite. Dos pases y el remate final al ángulo, buscando el resultado de la absolución final de otro Tribunal. Los tres puntos, sí o sí, que no ni no.
"El propio Sr. Suárez, que lleva más de un lustro viviendo en Europa, confesó que empleó ese término (negro) contra Evra y no vale que diga que lo hizo con ánimo conciliador, porque fue muy sencillo apreciar el duro intercambio verbal que tenía lugar entre los dos futbolistas. Y dicha en ese tono y en ese contexto (la expresión "negro"), configura sin lugar a dudas una ofensa racista en Inglaterra, pero también en Uruguay y en toda Sudamérica".
Ese es el gran argumento de la Comisión Independiente, el caballito de batalla para la condena final del enjuiciado. Si finalmente deciden reconocerlo así, la táctica de los letrados de Liverpool incluirá en su parte medular un aviso de "toquen en corto", que se expandirá por todo el terreno de juego del estadio de Anfield. Y así no habrá pases profundos, no se arriesgará, se jugará para los costados respetando el nivel del rival, se retendrá el balón hasta obtener -si es posible- un 98% de posesión de pelota.
Se valorará más que nunca que empatar es mejor que perder, así que se buscará un punto, que es mejor que nada después de todo. Se reconocerá la ofensa cometida, se hará un acto de contricción y se formularán votos de enmienda. La táctica cambiará, por lo que esta vez se evitará el choque frontal: se buscará la reducción de la sentencia inicial de 8 partidos.
Poco antes del Mundial de Sud Africa 2010, las casas de apuestas de esta parte del mundo llegaron al colmo de incentivar a sus clientes para que apostaran sobre cuáles serían los futbolistas de la selección inglesa que llorarían luego de una eventual eliminación por penales, a partir de los octavos de final de la Copa FIFA.
Resulta increíble pensar que realmente no se hayan dado cuenta -al menos todavía- de la gigantesca oportunidad que se les abre ahora, de la mano del desenlace de la novela de Luis Suárez, el uruguayo que ha criado más fama en las Islas Británicas. "Tanto que transpiraron Poyet y Forlán para que venga Luisito y en 12 meses les robe toda su cosecha", apuntó otro miembro de la familia reunida para esperar, olímpicamente, 2012.
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