"He's been Guspended". El titular del matutino The Sun flota casi al pie de una de las páginas interiores del Suplemento Deportivo del viernes 17 de mayo de 2013. La nota es breve pero clara por demás. "Gus" (para los ingleses) Poyet ha sido insólitamente suspendido por su club, el Brighton, el mismo que besa las orillas del Canal de la Mancha. Junto a él también cayeron en la redada su Ayudante Técnico, Mauricio Taricco y el Coach del primer equipo, Charlie Oatway.
El comunicado del club del balneario más importante de Inglaterra, es escueto y carente de explicación alguna. Suspenden a todo el equipo técnico con prohibición de acercarse siquiera a las instalaciones del club y a los propios futbolistas. Irónico, porque la actividad de la temporada se terminó el lunes para el club, de manera que de todos modos el Cuerpo Técnico no iba a contactarse con los jugadores ni tampoco concurriría al campo de entrenamiento de la institución...a menos que se les antojara disfrutar de un pic-nic sobre el césped. Lo decretado parece algo inédito aunque es imposible asegurarlo a rajatabla en medio del enjambre inmenso de clubes de fútbol desparramados a lo largo y a lo ancho del planeta. Y además hay más de un siglo de fútbol, ha pasado de todo adentro y afuera de las canchas. No puede descartarse que en algún rincón del planeta, durante los siglos XIX, XX o XXI, otro entrenador haya sido suspendido en sus funciones por la directiva o los propietarios del club.
Es fácil y está en la tapa del libro: a los técnicos se les cesa, se les ratifica en el cargo o renuncian al mismo. Más de medio siglo de ver y vivir fútbol no le ha alcanzado al periodista para alcanzar a ver otro caso semejante a este de Gustavo Poyet, pero... El hecho está ahí, es noticia desde anoche en Inglaterra y afecta a un uruguayo que ha hecho camino al andar en estas tierras de clima tan inhóspito. Querido, respetado, valorado. Y ahora también suspendido.
The Sun habla de reiteradas discusiones entre el Cuerpo Técnico de Brighton & Hove Albion y la cúpula del club. The Independence viene aún más cargado respecto al tema. Dice que el detonante fueron las declaraciones de Gustavo Poyet en la conferencia de prensa llevada a cabo luego de la derrota del lunes ante Cristal Palace. Los de Londres jugarán ante Watford el 27 de mayo en Wembley y el que gane subirá a la Premier League. Los del Canal de la Mancha seguirán en la Championship (Segunda División).
Lo cierto es que en plena conferencia de prensa, Poyet prometió hablar con Tony Bloom, el propietario de Brighton & Hove Albion, sobre la falta de ambición de la institución. "Me gustaría saber si se considera que con ésto ya hemos alcanzado nuestro techo", había dicho Gustavo, con la derrota ante Cristal Palace todavía clavada como una lanza en el pecho de todos. "Cuando sepa eso, veremos, veremos, porque como técnico yo quiero mejorar. Estoy bajo contrato, lo sé, pero veremos que pasa", había completado el ex-futbolista de River Plate, Zaragoza, Chelsea y Tottenham Hotspur. Claro, esto hizo recordar a todos por acá sobre tiempos aún muy frescos, cuando ya entrado 2013, el uruguayo había denunciado que la paga del club que dirigía figuraba entre las más bajas de la Championship inglesa (Segunda División). Fuerte, mucho, muy fuerte. Pero es verdad? Por supuesto que sí, y muy dura, tanto como el knock out recién sufrido en su propio y flamante estadio.
Pero el alegato de Gustavo no quedó ahí. El martes último se reunió con los futbolistas y les confesó que no podía garantizarles un futuro venturoso en lo económico si permanecían la próxima temporada en el Bighton & Hove Albion, debido a los problemas financieros que aparentemente azotan al club. Todo indica que esta advertencia a sus ahora prácticamente ex-dirigidos, puede haber sido el detonante para su suspensión y la de sus colegas.
Ciertas fuentes hablan de "rompimiento de contrato" como la causa de la suspensión de Poyet y su séquito. Es que Gustavo tiene el vínculo firmado con Brighton por tres temporadas más, pero parece que ya es público que ha sostenido conversaciones al menos con tres instituciones. Everton termina de despedir a lágrima viva a su David Moyes, conductor del club por más de una década. Se les fue al campeón Manchester United. Nada más ni nada menos. Fulham casi terminó peleando el descenso y la actuación del equipo dirigido por el holandés Martin Jol, el mismo que en su momento le otorgó a Luis Suárez el capitanato del Ayax, ha sido frustrante para todos los allegados al legendario estadio de Craven Cottage. Es un hecho que en los próximos días Málaga agitará pañuelos de despedida al chileno Manuel Pellegrini, quien tratará de resucitar al Manchester City.
Un viejo amigo y colega del periodista suele asegurar que las suspensiones o ceses en los lugares de trabajo casi siempre obedecen a una acumulación de tarjetas amarillas que, por decantación, llevan a la roja para el involucrado. El caso de Gustavo Poyet en el Brighton & Hove Albion, parece enmarcarse claramente dentro de esa inteligente opinión.
Había terminado el choque decisivo ante Cristal Palace. Un Gustavo Poyet de ojos rojos y rostro desencajado, daba la cara ante la cadena televisiva Sky Sports: "voy a pensar sobre mi futuro, tengo tiempo para eso, ahora no es justamente el momento indicado porque estoy muy disgustado por la derrota".
Es leer entre líneas, nada más que eso: esas palabras sonaron a despedida. El ya lo sabía.
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