lunes, 4 de mayo de 2015

Arquero de millones, Mou de los hospitales, "Urracas" pendencieras

En Inglaterra lo dicen en castellano, ni siquiera en inglés: adiós Real Madrid. El "merengue" se quedó con las ganas -que eran muchas por cierto- de repatriar a David De Gea, pese a que el actual arquero de Manchester United se formó, creció y triunfó en su tradicional rival, Atlético Madrid.

El considerado uno de los mejores guardametas del mundo, junto Thibaut Courtois, el belga también cimentado y consolidado, aunque a préstamo, en el "colchonero" de la capital ibérica, firmará en las próximas horas un contrato monumental con su actual club, que fijará la cláusula de recisión en 20 millones de libras, que equivalen actualmente a más de 30 millones de dólares, récord de récords para un arquero en la historia del fútbol mundial. El rubio David pasará a embolsar 800.000 libras por mes, esto es alrededor de 1:250.000 traducido a la moneda estadounidense. Sí, estimado lector, usted lo sacó: exactamente lo mismo que terminó ganando Luis Suárez desde diciembre de 2013 hasta que se fue de Liverpool, luego del Mundial de Brasil 2014. Loui Van Gaal no quiere dar ventaja alguna en la lucha por recuperar el liderazgo en el fútbol de estas islas y el bloquear cualquier intento foráneo de robarle a su espectacular arquero, forma parte de su lucha en tal sentido. En Manchester muchos son los que recuerdan las dudas que mostró el mismísimo Sir Alex (Ferguson) cuando el entonces adolescente comenzaba a pararse bajo los tres fierritos en Old Trafford. Lo sacaba y lo ponía una y otra vez, hasta que por fin De Gea terminó convenciéndolo de que era el 1 y no sólo por el número de su camiseta, sino el uno de verdad, sin vueltas.

Este último fin de semana el arquero confió a amistades íntimas que el ofrecimiento del United era sencillamente perfecto para él y que ni Real Madrid ni nadie más podrían equipararlo. Y quién lo contradice?

HOSPITAL. No esperó. Unos segundos antes del silbato final, saludó a Alan Pardew, el técnico de Crystal Palace, y se lanzó como un bólido hacia la tribuna principal de Stamford Bridge, abriéndose paso entre los eufóricos hinchas "blues" que no lo querían largar por nada del mundo, hasta llegar muy trabajosamente donde lo esperaban su esposa e hijos. Se estrechó en un abrazo interminable con ellos y dejó escapar lágrimas mellizas a las que le corrieron por sus mejillas cuando se fue de Italia, dejando como Campeón de Europa al Inter de Milán.

"No voy a festejar nada ahora, me voy ya al hospital donde está Ramires y parte de nuestro Cuerpo Médico (se refería a la Dra. Eva Carneiro, considerada la doctora más sexy del Reino Unido)", comenzó diciendo José Mourinho tras darle un nuevo título de Premier League a Chesea, El portugués explicó que debió excluir del once titular al mediocampista de la selección de Brasil, cuando ya su equipo salía a la cancha para el calentamiento previo al partido ante Palace: "se sentía muy mal, cada vez peor, aparentemente tiene un problema renal y hubo que internarlo de apuro. Estoy preocupado por él, no voy a festejar nada por ahora, parto ya al hospital a ver qué me dice la Dra. Carneiro y los médicos de guardia que lo atendieron". Horas más tarde se confirmaba que Ramires Do Nascimento no sería operado, aunque se esperaban ansiosamente los resultados de los distintos exámenes que se le habían realizado.

Pero las visitas a pacientes hospitalizados no paraban allí para el gran "Mou", quien confesó que tenía un avión privado esperándolo en uno de los aeropuertos londinenses, pronto para trasladarlo a Portugal, donde su padre Félix se recupera desde hace un tiempo de una intervención quirúrgica. "En el momento de la operación yo estuve allí y se recobró muy bien, es muy fuerte. Ahora vuelvo por unas horas allá a darle un gran abrazo. El festejo? Bueno, hoy no habrá nada, cada uno estará con su familia y luego del último partido del torneo celebraremos primero con los hinchas y luego habrá una gran cena entre nosotros".

URRACAS. La otra cara del fin de semana la mostraron los hinchas de Newcastle, en litigio declarado con los jugadores del club y con John Carver, su controvertido nuevo técnico, el sucesor del exitoso Alan Pardew, quien hace unos meses eligió dejar la institución del norte de Inglaterra y retornar a Londres, donde le esperaba "su" Crystal Palace, donde se formó y triunfó como futbolista y como entrenador,

"No exigimos un equipo que triunfe, exigimos un equipo que al menos trate", decía una gran pancarta exhibida por los "fans" en el sector visitante del estadio de Leicester. Consumada la goleada -3 a 0- del local sobre sus huestes, el entrenador Carver habló pestes de uno de sus futbolistas, a quien acusó de haber provocado su propia expulsión, diciendo que "nadie se le tira así (violentamente, a barrer) a un rival, cuando estaba clarísimo que la pelota se había ido afuera, vaaaamos, ésto se vió muy claro, fue a propósito para hacerse expulsar". Terrible acusación? Sí, por supuesto que lo es, pero quien vió la jugada sabe que la escena fue así, tal cual la describió el iracundo Carver.

Parece clarísimo que los futbolistas, o al menos algunos, no quieren al temperamental entrenador y, más grave aún, muchos pretenden "bombearlo", apelando al dicho popular. Y eso pese a las declaraciones del acusado, el futbolista Mike Williamson, quien terminó disculpándose, larga exposición de por medio, con todos en el club, menos...con John Carver.

A la salida del estadio de Leicester, cuando los futbolistas visitantes abordaban el ómnibus que los conduciría al aeropuerto local, sus propios hinchas los trataron de "cobardes" a grito pelado. Pero como no era suficiente todo lo que había sucedido, dentro del rodado Tim Krul, el arquero internacional holandés, gran cuidavallas y especialista en atajar penales, acusó abiertamente y frente a todo el plantel al argentino Fabricio Coloccini, de no ser el capitán que Newcastle necesita, por carecer de ascendencia sobre el plantel y de otras cosas inherentes al género masculino. Obviamente el zaguero reaccionó violentamente y sólo la intervención de los demás futbolistas impidió una recreación -mediocre también, por qué no?- del Mayweather-Pacquiao de la madrugada anterior.

A sólo unos pasitos de la zona quemante, las "urracas" del norte de Inglaterra se están matando a picotazo limpio...mientras el fantasma del descenso, que está en todas partes, les sonríe maliciosamente.

  

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