"Abucheá si estás asustado de Suárez". Las letras son rojas, bien grandes. Por encima del nombre del ídolo de Liverpool, aparece la imagen del goleador con ambas manos estirando sus orejas, como para aguzar sus oídos dándole una bienvenida a los atronadores "Booooo" de la tribuna.
Es muy fuerte, claro que sí. Es muy fuerte el apoyo del fanático de Anfield Road a su jugador estrella. Es muy fuerte lo que debe haber sentido el propio Suárez al tomar contacto con el nuevo símbolo de aliento, un impulso que le llega justo en el peor momento, que lo agarra con el corazón destrozado, con su amor propio, que es inmenso, herido profundamente luego de la debacle olímpica que nadie esperaba. Es muy fuerte, más inclusive que la protesta oficial del presidente de la AUF por el destrato, por la falta de respeto al capitán celeste y al himno nacional uruguayo.
Al tomar contacto con el nuevo símbolo de apoyo de los hinchas de su club, Luis se habrá acordado de la batucada impresionante, de dos colores, azul y blanco, de un sol amarillo, de mil matices y de mil amores, que formaron los uruguayos invasores de Cardiff a la salida del hotel sobre las 6 de la tarde del miércoles. Habrá revivido los saltos, los bailes, el clásico "Soy celeste..." o "El que no salta es un inglés...", hasta el último detalle de aquella fiesta armada a escasas cinco cuadras del monstruoso Estadio "Millenium". Habrá visto de nuevo las expresiones azoradas de Ryan Giggs, de Craig Bellamy y de cada uno de los futbolistas británicos, que no podían creer que aquella marea celeste les estuviera haciendo sentirse visitantes en su propia tierra, como rezaba el "Y ya lo veee, y ya lo veee, somos locales otra vez...".
"Abucheá si estás asustado de Suárez" es una involuntaria respuesta automática de los liverpoolenses, sin pérdida de tiempo, a las declaraciones del capitán de la celeste mayor, Diego Lugano, al enviado especial de El País, Edward Pinón, cuando en la estación de Paddington, en el mismo centro de Londres, esperó a la delegación que viajaba a Cardiff solo para dejarles un mensaje íntimo de aliento y de fe. "Si te abuchean es porque te tienen miedo, te temen, eso está claro", dijo entonces Diego, antes de retornar a París.
"Abucheá si estás asustado de Suárez", es el replay de las declaraciones del propio Luis a la prensa inglesa, luego de la eliminación olímpica, según lo publica ayer el Daily Mail. "Están asustados de mi, por eso me abuchean, me temen", había dicho cuando todavía la herida palpitaba fresca en los vestuarios del Millenium", demostrando que el mensaje que su capitán le había transmitido el lunes en Londres, se mantenía presente en su pensamiento.
"Abucheá si estás asustado de Suárez" es la explicación de la tozudez de un hombre, de un futbolista, de un goleador, de un ídolo: "no me quiero ir de Liverpool, estoy muy cómodo acá. A mi no me importa el público inglés, solo me interesa el hincha uruguayo y el de Liverpool".
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