El periodista se toma el tren a Londres. Las combinaciones que le sirven le indican que la mejor elección es abordar el que tiene más paradas, así que para matar el tiempo le echa mano a un diario que alguien ha dejado abandonado en el asiento. Leer las noticias cuesta tan barato en Inglaterra -sólo unos 5 o 6 pesos uruguayos- que los vagones, al vaciarse de gente tras viajes generalmente largos, quedan poblados de periódicos ya leidos por decenas de ojos. "Zapatero a tus zapatos", piensa aquel periodista y da rienda suelta a la lectura.
Quince minutos después el hombre deposita el diario en el asiento vecino. El asombro se refleja claramente en su cara. Enseguida suben dos muchachos jóvenes y uno de ellos se pone a leer la misma nota que extasió al periodista. Al rato se dirige a su compañero, quien había estado acompañándolo en la lectura del artículo y le comenta: "no te hace acordar a esos malos de las películas que terminan conquistándose al espectador y al final todos hinchan por él para que no lo agarre la policía? El otro suelta la carcajada, el periodista sonríe. La metáfora es perfecta, el tema es tener el ingenio de ese joven para sacarla a luz.
La tapa del Suplemento Deportivo del The Guardian dice: "Super Suárez". Y hasta se preocupan de ponerle el tilde a la "a", algo inédito en cualquier publicación del Reino Unido ya que, como se sabe, la figura del tilde no existe en el idioma inglés. Claro, el periodista se había olvidado que era lunes, ya que sabe perfectamente que, desde un buen tiempo a esta parte, todos los lunes la prensa deportiva inglesa tiene reservado un muy buen espacio para explayarse a gusto sobre lo bueno, lo malo y lo insólito que Luis Suárez ha hecho durante el fin de semana anterior, ya sea sábado o domingo, según el día que le toque jugar a Liverpool.
Una semana atrás lo bueno había sido el gol que Luis le había marcado al local Everton, el clásico rival, lo malo -esta vez no era de su parte- era la conquista que le fuera infamemente anulada por el línea en el último segundo de los descuentos y lo insólito -y hasta pintoresco- era la celebración del primer gol de la visita, que todos llamaron "el festejo de la zambullida", concretado por el uruguayo en las mismas narices del técnico rival, David Moyes, quien durante la semana se había entretenido alertando al árbitro del partido para que no cayera en las triquiñuelas y engaños del 7 de Liverpool.
Esta vez el titular de The Guardian está acompañado por una foto gigante de Suárez, que tras el épico gol convertido a Newcastle, corre hacia la mitad de la cancha con la pelota bajo el brazo y haciendo claras señas con su dedo índice girando cerca del labio, de que sigan hablando que mientras tanto él continúa haciendo goles.
En la nota Brendan Rodgers se ocupa de remarcar que "Suárez es inmarcable", a la vez que aclara que "sólo Messi puede hacer lo que Luis hizo hoy". También promete solemnemente que para el período de pases de Navidad le va a traer muy buena compañía a su número 7. Claro, todos saben que Suárez en Liverpool cocina, pone la mesa, sirve la bebida, lava los platos, teje, cose y lustra los muebles. En buen romance, está más sólo que el uno, así que Rodgers decide abrir el paraguas, no sólo porque vive en Inglaterra, sino también para protegerse de otra lluvia, la de las críticas que le caen encima debido a la soledad con que juega, hace y deshace, su mejor jugador.
Mientras tanto, el zaguero argentino de Newcastle, Fabricio Coloccini, sigue teniendo pesadillas luego de la comida pesada que el domingo Suárez le embutió, en una de las peores tardes que ha conocido el actual capitán del club blanquinegro del norte de Inglaterra. Y lo peor es que, cuando se despierta, tiene que digerir las ácidas críticas que se ocupan de calificar su agresión a Suárez como cobarde y asesina. Al menos Rodgers se apiadó de él: "Coloccini ha sido por años un buen zaguero de Newcastle, pero Luis es un goleador de clase mundial, un top, es imparable y cuando está enchufado como hoy (el domingo) es capaz de provocar y frustrar a cualquiera que intente pararlo".
No está en la nota de The Guardian, pero David Beckham se suma a la legión de admiradores del uruguayo: "la acción del gol es increíble, es asombroso cómo baja la pelota corriendo a toda velocidad y en una posición completamente incómoda y todavía le da para quebrar la cintura y dejar sentado al arquero. Y conste que odio elogiar a alguien de Liverpool porque soy hincha de Manchester United".
Los dos muchachos se bajan. Ya no comentan la nota pero lo estuvieron haciendo durante un buen rato. Quedan el periodista y el diario. En la tapa Suárez sigue festejando su super gol. Es lunes, día de hablar del Agente 007 de Liverpool. De lo bueno, lo malo, lo lindo y lo feo que hizo el fin de semana.
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