Cañonazos sobre Anfield

Arsene Wenger escaló la rampa que rodea al Estadio de Emirates, al norte de Londres, puso la bala en uno de los cañones que allí descansan, apuntó al norte del país y volvió a disparar. Esta vez el sacudón del impacto metió pavor en Anfield Road y alrededores. Mucho miedo.
Es que la cláusula gatillo que alcanzaron los "Gunners", hizo que el cañonazo fuera mucho más terrible de lo previsible. Miedo, pavor, temblor. Los "Reds" vieron, casi sin darse cuenta, cómo se accionaban automáticamente los mecanismos de autodefensa de su ejército. Con los ya épicos 40.000.001 millones de libras, los mismos que provocaron que el dueño de Liverpool twiteara en su cuenta "Pero qué es lo que están fumando en Emirates?", los de la capital liberaron mucho más que las conversaciones con Luis Suárez. Sabuesos de experiencia reconocida, se lanzaron vorazmente detrás de su presa. Por supuesto que sabían perfectamente que esa suma no era ni por asomo suficiente para quedarse desde ya con el codiciado uruguayo. En su capa exterior, repleta de apariencia, la oferta conseguía que Liverpool al menos informara oficialmente a su futbolista estrella que alguien había ofertado por él. Aparentemente, porque esto aún se discute hoy jueves 25 de julio en Londres y aledaños, el haber apretado el gatillo también habría liberado las conversaciones oficiales entre el futbolista y la parte compradora. Esas dos cosas eran las que venían envueltas en el humo de lo que estaban fumando en Emirates.
Pero lo peor estaba escondido muy adentro de la pesada bala que Monsieur Wenger introdujo en la boca del cañón. El bombazo esparció el clima de pase por todas partes: Anfield, Emirates, prensa, hinchadas, Súarez...Ahora la mente y el espíritu del principal protagonista de la saga, están definitivamente embriagados por lo que muchos señalan como la inminencia de una nueva escala en la exitosa carrera del "actor" oriental. Sí, para esos la novela se aproxima a su culminación y para la producción del capítulo final a los "Gunners" les bastará con una relativa mejora de la última oferta, pero sin llegar ni por asomo a lo que París Saint Germain pagó por Edison Cavani, lo cual es pretensión declarada de Brendan Rodgers, técnico de Liverpool. En la visión de ellos la saga "Suárez" amenaza con dejar de ser la cita obligada de cada día en Sky Sports News 24 horas. Están convencidos que las portadas de The Sun, del Daily Mail, del Express Sports, del Telegraph o del The Guardian, les resultarán desabridas por completo. Esos son los que ven a Luis enfrentando al Galatasaray de Fernando Muslera, a fines de agosto en el tradicional torneo "Emirates". O al laureado Porto donde recientemente brillaran varios compatriotas del protagonista estelar.
La última táctica de Arsene Wenger arrasa con cualquiera que el francés haya podido emplear durante su longeva estadía en Arsenal. Alborotó el ambiente. Creó el clima de pase imprescindible para que a Liverpool se le haga tarea imposible mantener a Luis Suárez en sus filas. Claro, podrá conservar al espectro del salteño, pero no a la estrella que rescató al club de la zona de descenso y lo catapultó en la tabla de la Premier tan arriba como puede hacerlo un sólo futbolista en un deporte colectivo por escencia y por raíz.
Tendrá éxito Arsen...al Wenger? Logrará su objetivo? Quebrará la resistencia de los "Reds"?
"De aquí en más espero que Suárez recuerde el apoyo incondicional que ha recibido siempre de todos nosotros: los fans, el técnico anterior, yo mismo, la cúpula del club, todos lo arropamos como a un hijo y lo apoyamos sin dudar en cada uno de los episodios que le tocó vivir en el club". Palabras de Brendan Rodgers, entrenador de Liverpool. También palabras de cada uno de los hinchas del club de Anfield, de sus dueños, de sus allegados, de todos los que tienen que ver con los "Reds".
Palabras de miedo, de aprehensión...de pavor. Y lo peor es que si Arsenal no se para en los pedales con una oferta que arrase con todo, todavía está Real Madrid agazapado, esperando, al asecho...