viernes, 16 de agosto de 2013

Un hijo pródigo muy especial

Están subidos a los techos de los autos. Los que pueden ver algo por encima del muro "le baten" a los de abajo lo que está pasando: "ahora está hablando con Gerrard, mirá, se ríen los dos"; "ahora está trotando al frente del grupo y no deja de reírse y hacer chistes, es otro, les juro que volvió el Suárez que todos queremos". El sol ilumina las canchas de Melwood, el Complejo Deportivo del Liverpool FC. El día es espléndido porque ese sol también ilumina las almas de los fanáticos "Reds". El hijo pródigo ha regresado, ha pedido perdón y ha sido recibido con los brazos abiertos, tal como había anticipado el entrenador Brendan Rodgers que iba a suceder si la estrella uruguaya aceptaba disculparse. Una pareja se baja del techo de uno de los autos aparcados junto al muro. Es el turno de sus amigos, quienes ansiosos trepan a la ya castigada plataforma para espiar al ídolo. "Sí", confirma él, "es el mismo de siempre, está haciendo chistes y todos se ríen". A 15 metros de allí otro espía grita su verdad con una seguridad que asombra: "miren que esto no es casualidad, dicen los periodistas de su país que el entrenador de Uruguay le aconsejó que si no lo compraba el Real Madrid se quedara con nosotros". Un rubio con cara y voz de frecuentar los bullangueros pubs de Anfield Road, vocifera entonces: "y tuvo que irse al Japón para cambiar su actitud?" A esa misma hora Arsene Wenger declara por la tele que "está resultando muy difícil para todos, no sólo para Arsenal, acceder a los futbolistas top. Y si no, miren a Chelsea y a Manchester United, qué han comprado ellos? El francés se defiende de los ataques de su propia hinchada, mucho más que de las preguntas de los periodistas de la cadena Sky Sports. Se perpetuó en el cargo apostando sus fichas siempre a futbolistas juveniles y todavía, preferentemente extranjeros. Los resultados de las últimas temporadas fueron nefastos. Los "Gunners" no ganan nada desde hace un buen tiempo a esta parte y la gente del más popular de Londres está que arde, echan chispas por los ojos y por todos lados. Wenger habla en la tele, pero en la base de la pantalla la información no deja de aparecer una, dos, tres, diez, cien veces: "Luis Suárez se disculpó y está entrenando ahora junto al resto del plantel de Liverpool". En Melwood, más al norte de Inglaterra, los hinchas "Reds" siguen fascinados el nuevo capítulo de la "Saga Suárez". "Ahora está dominando la pelota, cada uno tiene un balón", transmite el relator de turno, un moreno con una de las camisetas de alternativa de Liverpool. Abajo, sentada contra el gigantesco muro gris que limita el campo de entrenamiento con la calle, una chica, muy jovencita ella, seguro que no supera los 20, se encarga muy suelta de cuerpo de meterle el dedo en el ojo a todo el que quiera escucharla: "estamos todos contentos, Luis está de vuelta y a las risas como siempre, pero y el Real Madrid? No se olviden que lo de Bale (Gareth) está trancado, mirá si se deciden por Suárez, yo no canto victoria ni loca todavía". Y sí, el fantasma de Real Madrid todavía flota sobre el Complejo de Melwood, sobre el Estadio de Anfield Road, sobre Liverpool. Los hinchas no pueden sacarse de la cabeza que el consejo del Maestro de Suárez fue "o Liverpool o Real Madrid". Al caer la tarde, en el especial diario sobre el Transfer Window, los personajes del fútbol entrevistados, hablan de Luis Suárez. Todo el tiempo en este país se habla de Luis Suárez. Siempre se habla de Luis Suárez. Alguien tiró la pregunta sin respuesta: "sabrán los uruguayos lo que le tiraron al mundo del fútbol engendrando a Luis Suárez?" El periodista que ha vivido en estas tierras por más de una década, está convencido que la respuesta natural a esa pregunta es un "NO" rotundo, inapelable. Aún los uruguayos no han caído en la cuenta del jugador de fútbol que le han regalado al mundo. No, aunque digan que sí, la respuesta sigue siendo "NO", no se dieron cuenta.

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