sábado, 3 de agosto de 2013
En el equipo de la fantasía
Una vez fuera de la estación de subte de Finsbury Park, en el norte de Londres, antes de dar siquiera dos pasos rumbo al ultra moderno estadio de Emirates, el afiche que rompe los ojos está por todas partes. Dice "Contrate ya a Suárez hoy! La foto del uruguayo, aún vistiendo la camiseta de Liverpool, aparece con un cartelito colgado de su cuello que lo cotiza en £7.8m para el juego del equipo de la fantasía. La particularidad es que la propaganda está dirigida casi exclusivamente a los hinchas de Arsenal, los mismos que en el fantástico mediodía londinense encaminan raudamente sus pasos al templo del club más popular de la capital inglesa, prontos para presenciar la primera doble jornada del Torneo "Emirates", cita obligada de cada primer fin de semana de agosto. Con tales destinatarios, quienes comparten la imagen de la publicidad del conocido juego, son nada menos que el inglés Jack Wilshere, el galés Aaron Ramsey y el arquero polaco Wojciech Szczesny, casualmente todos actuales integrantes del plantel de los "Gunners". El telón de fondo del mini-poster es el entrenador francés Arsene Wenger, actualmente el técnico más longevo del planeta al frente de un club, al menos entre los que aún están en actividad.
Es decir, mientras en Anfield Road el carismático oriental defendía a su equipo en un partido de pre-temporada ante el griego Olympiakos, mucho más al sur, al norte de la capital, su imagen vendía un conocido producto de la era moderna...a los hinchas de Arsenal. De fantasía el juego. Y de fantasía la imagen del uruguayo en las Islas.
Adentro del estadio, más precisamente bajo los tres palos del campeón turco Galatassaray, Fernando Muslera atajaba brillantemente un penal atragantando el grito de gol de los portugueses del Porto. Era el primer partido del torneo en Emirates y en la primera incidencia de peligro dentro de las rojas y combadas tribunas, el "Nene" se llenaba sus guantes en la primera emoción del certamen. Mucho después, ya en el segundo tiempo, "desvió" con la mirada otro remate desde el punto fatal y como su equipo había metido en el trampero el tiro desde los doce pasos de que dispuso, los de Estambul terminaron ganándole a los de Oporto: 1 a 0.
Durante los 90 minutos al uruguayo no se le escapó de las manos ni una sóla pelota. Simplemente se quedó con cada una de las que le llegaron. Y también fue el propietario de la cara insólita del partido, porque quién puede imaginarse una alianza perfecta entre el número uno y el número nueve de cualquier equipo en el mundo? Ese increíble "feeling" es el que existe entre el arquero de Uruguay y el patriarca de Costa de Marfil, todo un dios en su país, el brillante Didier Drogba, el delantero más importante y famoso de la oncena turca. Difícil de creer, pero sí, es así, Muslera y el ex-Chelsea se entienden con los ojos cerrados. Cada vez que el uruguayo se dispone a sacar desde su zona, preferentemente en las ocasiones en que el balón está en movimiento, el carismático goleador se mueve hacia un lado o hacia el otro, siempre paralelamente a la línea central de la cancha y sin dejar de mirar a su arquero. A la vez el popular "Nene" siempre le lanza la pelota en el lugar exacto para explotar la potencia física y las cualidades técnicas de Drogba, quien en un ochenta por ciento de las veces logra bajarla e iniciar un peligroso ataque.
Para aquellos que saben ver el fútbol entre líneas, no es nada difícil darse cuenta de que tanto Muslera como Drogba son "Gardel" en el Galatassaray, sin duda sus dos futbolistas más trascendentes.
El plato central de la jornada deparó lo mejor. El primer tiempo fue todo del Nápoli pos-Cavani. Con la muralla que levantaron el capitán Paolo Canavaro y el uruguayo Miguel Britos, a Arsenal le fue muy difícil. Encima los celestes fueron sancionados con un penal mal cobrado, pero el debutante "Pepe" Reina rechazó el balón y Britos lo espantó al corner. Bien parados, concentrados, los del "Rafa" Benítez contragolpearon siempre con peligro y así se fueron al descanso ganando con justicia por 2 a 0 al local. En el transcurso del complemento Arsene Wenger accionó la palanca y metió los cambios que tenía que meter. Arsenal volvió a mostrar su nueva receta, la de un equipo que no renunca al fútbol prolijo y atildado de pelota al pie, pero que ahora adereza con velocidad, fuerza y potencia, virtudes con las que se llevó por delante y le empató el partido a los italianos del sur.
Un uruguayo en cada partido. El celeste Muslera estuvo brillante y mostró que es clave en este campeón turco de Estambul. Miguel Britos fue la misma muralla que se vio durante toda la última temporada de la Serie "A". Eso sí, no es celeste, aunque en realidad nadie sabe demasiado bien por qué.
A la salida, rumbo a la estación de Finsbury Park, cruzando el puente desde el que se disfruta de una vista exterior fantástica del coliseo "Gunner", alguien sigue ofreciendo los panfletos de propaganda del famoso juego del equipo ideal: "Sign Suárez Today!" titula el papel. De fondo Wenger abre los brazos, lo mismo hace Wilshere, a la vez que Ramsey festeja a rabiar y Szczesny aplaude frenéticamente. A un costado de la imagen la lista de los futbolistas del equipo de la fantasía muestra al arquero de la selección inglesa, Joe Hart, costando £4.6m, al lateral izquierdo de Everton y una de las revelaciones de la última temporada de la Premier, Leighton Baines, avaluado en £4.7m, al volante local Santi Cazorla, de gran Premier 2012-2013, cotizado en £5.4m. Un cartelito azul cuelga del cuello de Luis Suárez. Dice en letras blancas £7.8m. El más caro, quedará sólo en la fantasía?
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