sábado, 7 de septiembre de 2013

El Milagro Viviente

En la previa del inicio de la temporada 2013-2014 de la Premier League, en Inglaterra se terminan de gastar exactamente 624:560.000 libras esterlinas, cifra que equivale, con una aproximación bastante precisa, a los 1.000 millones de dólares en transferencias de futbolistas.

Esa suma trascendió dos minutos después que el Big-Ben, cuya imagen apareció en ese momento como invitada de honor en todas las pantallas de TV de las Islas, hizo sonar las once campanadas de la noche del 2 de setiembre último, momento preciso en que cerraba un nuevo "Transfer Window" o, castellanizado, un nuevo Período de Pases de futbolistas en Inglaterra.

ANTECEDENTE. Mientras tanto, poco antes, el París Saint Germain había pagado más de 60 millones de euros al Nápoli por el formidable delantero uruguayo Edison Cavani, quien en tres partidos que lleva jugados por su nuevo equipo, ya lleva convertidos dos goles. El lungo pelilargo había dejado la marca en los del sur de la "Bota", sobrepasando las 100 conquistas durante su pasaje por el club del empresario Aurelio De Laurentis. Hizo historia y se retiró de la institución cuando ya le pisaba los talones a la leyenda misma, en otras palabras, nada menos ni nada más que a Diego Armando Maradona. 

BRONCAS. Después de muchas dilaciones, tiras y aflojes y también broncas y pataletas, el linajudo Real Madrid terminó pagando 84 millones de libras, unos 130 millones de dólares al Tottenham Hotspur por el fantástico futbolista galés Gareth Bale, cuando aún antes de concretarse el pase tras maratónicas negociaciones, el club inglés del norte de Londres ya llevaba gastados a cuenta de ese negocio, un equivalente a 174 millones de la moneda estadounidense en la adquisición de nuevas potenciales estrellas para su plantel.

REY. Del otro lado del mostrador, la cúpula del Liverpool terminó brindando con champagne -literalmente así fue, no es algo metafórico- porque consiguió el formidable objetivo de haber retenido a uno de los dos mejores jugadores de la Premier League, la liga de vanguardia en el mundo del fútbol de hoy. Impidieron que Luis Suárez hiciera las valijas y se marchara de Anfield Road. Ellos consideran que ese logro es apoteótico y que los llevará muy alto en esta nueva temporada. Y Suárez es...uruguayo. Y Uruguay sigue guardando tan pocos habitantes como antes, como siempre. Y ellos la siguen peleando como toda la vida, como nunca dejaron de hacerlo. 1.000 millones de dólares se gastaron en pases en el país donde Luis Suárez termina de ser denominado "King" (Rey) por los hinchas de su club, el gran Liverpool. "El regreso del Rey" se titula el último video que comenzaron a hacer circular el viernes 6 de setiembre por la tarde en las redes sociales.... apenas unas horas antes de que en la madrugada inglesa un jugador que está hace muchos meses ausente de las canchas por suspensión, destrozara las ilusiones -fundadas o infundadas, ubicadas o completamente desubicadas, ese es otro tema- del pueblo peruano, con una actuación desmedidamente endemoniada por donde se lo mire.

TARZAN. Manchester City gastó unos 147 millones de dólares en nuevos futbolistas; la dupla Abramovich-Mourinho desembolsó para el Chelsea un equivalente a 93 millones de la moneda estadounidense; el propio Liverpool gastó U$S 72 millones; Arsenal 67, a cuenta de mayor cantidad en el mini-período de pases de Navidad; Southampton 58; el recién ascendido Cardiff 50, con el chileno Gary Medel a la cabeza; Manchester United 48; Norwich City 40; Everton 34; West Ham 34; Swansea 34; Sunderland 30; Aston Villa 29; el también recién ascendido Cristal Palace 29; la tercera promoción Hull City 21; West Bromwich Albion 19 (no incluye los futbolistas que llegan en calidad de libres, como Diego Lugano por ejemplo); Fulham 14; Stoke City 8; Newcastle 0 (de muy pobre actuación en la temporada pasada, pero aparentemente el único club de la Premier League con serios problemas económicos).

Y ahora los clubes de la Premier League se jactan golpeándose el pecho como Tarzán, de que esta temporada tuvieron que aflojarle unos U$S 960.000 menos a los agentes de los futbolistas. Mueve a risa o a carcajada, ya que lo dicen como si eso modificara un ápice lo sideral de la cifra que se fue en los fichajes de la Premier.

NARANJAZOS. Corría 1969 y al final del encuentro ante Chile por las Eliminatorias del Mundial de México '70, el "Mudo" Montero Castillo elegía la mejor naranja del aluvión que habían caído sobre el césped del Estadio Nacional de Chile, la abría con ambos pulgares y devoraba jugo y pulpa hasta dejarla seca. "Está buenísima" pareció leérsele en sus labios a través de las incipientes cámaras de TV, que para entonces recién hacían sus primeras armas en la transmisión en directo de partidos de fútbol. En este caso aquel 0 a 0 de más de allá de Los Andes, posicionaba bárbaro a los celestes para ganarle la Serie a los locales de esa tarde de domingo y también a los ecuatorianos que les seguían en méritos. 

HISTORICOS. Por entonces un Uruguay que la peleaba de atrás en todos los rubros, como siempre fue,  guardaba dentro de sus fronteras a 3:000.000 de habitantes, si es que llegaba a esa cifra. El "Maracanazo" todavía estaba relativamente fresco, Penarol llevaba ya tres Libertadores, mientras que en 1964 a Nacional un árbitro peruano-holandés le había despojado de una en el propio Centenario y el tricolor había llegado a dos finales más en 1967 y 1969, antes de obtener la primera en 1971, a la cual le seguirían dos más en 1980 y 1988. Cuatro vueltas de calendario más acá del épico 1950, el país había logrado el cuarto puesto en el Mundial de Suiza '54, luego de haber disputado en una de las semifinales de ese torneo, ante la terrible Hungría de la época, el partido más electrizante de las justas universales de todos los tiempos.  En 1966 la "Celeste" había inaugurado el Mundial de Inglaterra '66 ante el encumbrado local y con la propia Reina dándole la mano a cada uno de los jugadores, dentro mismo del campo de juego: 0 a 0 y único punto que dejarían por el camino los ingleses rumbo al título mundial, que sería con razones fundadas y por lejos, el más discutido de la historia del fútbol.

LAUREADOS. Cuando el "Mudo" -padre de Paolo Montero- en pleno campo de juego del Estadio Nacional, se relamió comiéndose aquella naranja chilena que le habían arrojado desde la tribuna, mientras se reía de la "calentura" y la impotencia de toda una afición futbolera, la ruta de la infinidad de torneos sudamericanos (posterior Copa América), que desembocaría en el actual número 15 de la historia, llevaba ya una cantidad de mojones más que respetable, ya que en tiempos pretéritos el "Sudamericano" (como se le llamaba) se jugaba con una frecuencia inusitada, que actualmente sería tan insólita como impracticable. Las Copas ante los vecinos gigantes, Argentina y Brasil, eran cosa de todos los días, por llamarlo de alguna manera, dada la seguidilla de clásicos ganados y perdidos que se jugaban por entonces. Y en el Mundial de México '70, clasificados en muy buena medida gracias a ese punto tremendo rescatado en medio de la lluvia de naranjas y proyectiles de todo tipo que alfombraron el verde tapiz del Estadio Nacional de Chile, los celestes alcanzarían un honroso cuarto lugar.
 
GLORIAS. Claro que en aquellos tiempos los mercados de compra y venta de futbolistas mostraban cifras de modestas para abajo. Y eso, por decir que de alguna manera existían, ya que los jugadores que emigraban a otros medios, incluido el europeo, se contaban con los dedos de una mano. Por supuesto que el Uruguay era tan chico como ahora, no medía ni un centímetro más. Inclusive vivían en él unas 300.000 personas menos que en los tiempos que corren. Los parámetros sirven para que quede bien claro que el mérito futbolístico de tantos logros y glorias sin pausas, peleándoselos casi siempre a nuestros gigantes y ultrapoderosos vecinos de siempre, ya era indiscutible por entonces, con una salvedad fundamental: en esa época la competencia futbolística con los monstruos de mil cabezas casi ni tocaba lo económico, si acaso sólo lo rozaba o apenas le hacía sentir al país futbolístico una leve corriente de aire al pasar por al lado. Las diferencias en ese rubro estaban, claro que sí, pero marcaban parámetros normales, nada del otro mundo.
 
INCONCIENTES. El "Mudo" se comía la naranja y mientras la saboreaba, se le reía a la enfurecida tribuna del Estadio Nacional de Chile. 44 vueltas de calendario más tarde, el "Cebolla" Rodríguez también se reía mientras palmoteaba a todo el mundo y hablaba por todos lados, mientras árbitros y allegados a la delegación uruguaya vivían momentos de extrema tensión al final de la depredación que un uruguayo extra-terrestre consumó con un pueblo futbolístico completo. El mismo Luis Suárez que arrancó a Diego Godín del micrófono de Tenfield con cara desencajada y un "dale, dale, nos vamos, querés que nos maten?" (o algo muy parecido). Claro, después de darse cuenta de la dimensión de lo que había hecho dentro de la cancha de otro Estadio Nacional, el de Lima, le entró el pánico. "Claro, ahora estás apurado por irte", dijo alguien entre risas frente al televisor.

MILAGRO. La "Celeste" sigue derribando bolos rumbo a un nuevo Mundial. En el camino exhibe orgullosa su Copa América número 15, la que le hace liderar la tabla y que fue obtenida justamente en la casa del principal competidor. Trepa escalones en el discutido pero implacable "Ranking FIFA". Ahora también entra a pelear por un puesto de clasificación directa al Mundial 2014. Parecía imposible hasta hace nada, ahora ya no lo es. En Inglaterra los clubes de la Premier League gastaron 1.000 millones de dólares en pases de futbolistas. En Uruguay, de las puertas para adentro, se juega una de las ligas más pobres del mundo y no sólo en el aspecto económico. A veces se hace muy difícil comprender a aquellos que afirman no creer en milagros. Sí, sin temor a equívocos, los uruguayos creen en milagros...porque ellos son un milagro viviente. En realidad son "El Milagro".


 

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