"Tanto lío y al final capaz que no juega", casi grita Brian en "The Moon Under the Water", el pub más grande de la ciudad de Watford, ciudad que limita con Londres por su flanco noroeste, porque nace allí donde muere el populoso barrio capitalino de Harrow.
La mesa está concurrida. Mientras sus palabras flotan en el aire, Brian agita un ejemplar del The Guardian abierto en una página dedicada íntegramente a reproducir declaraciones de Brendan Rodgers, entrenador de Liverpool FC. Frente al rubio Brian, Joe, tatuado hasta donde puede vérsele y con una pinta casi aterradora de antiguo hooligan, se para de repente al tiempo que asiente efusivamente, mostrando la edición del día del Daily Mirror y ratificando que "éstos dicen lo mismo, Rodgers se la va a pensar muy bien antes de hacerlo regresar en ese partido!"
Los otros miran: el rasta jamaiquino que prácticamente tiene la camiseta de Chelsea adherida de por vida a su cuerpo; el ruso Andreiev, quien cerveza más cerveza hace correr el día entero mientras dice que espera a su novia que trabaja en el Barracuda, el restorán-cafetería de enfrente y Solange, la fémina de la barra, fanática del gran Arsenal de Londres, una incondicional del estilizado Arsene Wenger, su presentación futbolística y su "atildada estampa a la francesa" según ella.
Efectivamente Brendan Rodgers enfatiza que aún tiene que sopesar la posibilidad de que Luis Suárez, el "Rey Red", pegue la vuelta justo contra el Manchester United de Patrice Evra y en Old Trafford, aunque el pleito sea por la "light" Capital One Cup y no ya por la gran Premier League. Es que está muy claro que el hombre a cargo de los de Anfield Road no quiere más líos. Claro, no lo reconoce explícitamente pero lo da a entender cuando confiesa que en los últimos meses ha dedicado gran parte de su trabajo en el Complejo de Melwood a propiciar el mejor retorno del gran goleador uruguayo. El irlandés no tiene empacho alguno en reconocer que los equipos de las Ligas 1 (3era. División) y 2 (4ta. División), que han visitado asiduamente el predio de entrenamiento de los "Reds", lo han hecho pura y exclusivamente para que Luis Suárez tenga, más que minutos, horas de fútbol aunque sea medianamente competitivo. El último de esos clubes, Burnsley, jugó contra el "Lucho" -perdón, contra una representación de Liverpool que integraba Luis Suárez- el miércoles 18 de setiembre al mediodía.
"Se trata de que, entre la actividad internacional que ha tenido (Suárez en Copa de las Confederaciones, Fechas FIFA y Eliminatorias) y estos equipos que hemos traído a Melwood exclusivamente para darle ritmo, logremos para él un retorno al menos cercano al ideal", dice Rodgers. "Es un animal!", grita Brian, fanático de Liverpool hasta las costillas. "Miren lo que dice Rodgers acá!", agrega mientras planta su índice sobre la frase que quiere mostrarle a sus amigos de la barra. Y las letras, una vez leídas, asombran, casi inmovilizan, porque don Brendan detalla que "él (Suárez) pega 1.000 piques por partido, así que se trata de que los reproduzca en esos encuentros a puertas cerradas que organizamos en Melwood especialmente para él. Y lo bueno, o muy bueno, es que lo está logrando, está reproduciendo sus carreras habituales. Y si le agregamos que todavía se queda después de las prácticas para seguir autoexigiéndose... Claro que hay otras cosas en un partido en serio, la tribuna, la ansiedad, por ejemplo. Todo eso no lo logrará hasta que vuelva, pero al menos la preparación físico-futbolística que ha conseguido es casi la ideal".
Joe es del local Watford, club que no subió por un pelo a la Premier League al final de la última temporada. Blandiendo el Daily Mirror como si fuera un garrote, se ríe a carcajadas cuando le muestra a los otros la parte de las declaraciones de Brendan Rodgers en la cual el entrenador no tiene pelos en la lengua cuando reconoce que a Luis Suárez lo tiene entre algodones. "Se trata de cuidar al ser humano", expresa el entrenador de Liverpool. Y continúa: "un defensa, aunque no juegue mucho, no tiene problemas en disfrutar del grupo, pero un goleador es diferente. El muchacho quiere estar, quiere jugar, quiere hacer goles. Por eso, si bien Luis concurre a los partidos que se juegan en Anfield, yo trato de evitar que forme parte del grupo cuando viajamos, porque me doy cuenta que el vivir la diaria del grupo sabiendo que después no va a estar en la cancha, le hace mucho mal, le afecta su ánimo".
Patrice Evra, Old Trafford, su hostilidad insultante, su abucheo atronador, su incitación a la violencia contra el "Rey de los Reds", su influencia tendenciosa en el propio árbitro del partido, sus ganas irrefrenables de descargar maldad, no es el mejor clima precisamente para un regreso tranquilo de Luis Suárez. Brendan Rodgers ha afinado demasiado el gran retorno, lo ha limado, lo ha pulido para que brille y encandile más que nunca, le ha sacado punta para que hiera y mate. Quizás por eso está pensando muy seriamente que el "Rey" no pase por Manchester y reinstale su trono recién en el Stade of Light de Sunderland, el siguiente fin de semana.
Pero...y si el monarca no está de acuerdo con ésto y quiere volver a encabezar sus huestes justamente en tierra enemiga? Porque el "Rey" es así, es caprichoso...porque es el "Rey".
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