jueves, 3 de julio de 2014

Y Costa era Rica



Se acuerdan de "Costa Pobre" y de cómo reaccionaron los costaricenses ante aquel titular? "Bueno, vamos a ver que tan Costa Pobre somos luego del partido (el inaugural del Grupo "D" ante Uruguay)", comentaron mesuradamente algunos futbolistas de la selección centroamericana. Nunca un ejemplo fue tan expresivo sobre cómo jamás debe sobrevalorarse un resultado de un encuentro pre-mundialista. Hoy Costa Rica encabeza, no sólo esta nota, sino cualquier reporte que se precie de tal sobre el Campeonato del Mundo Brasil 2014. Con la fusta bajo el brazo, a rebenque puro, con garra, decisión, inteligencia táctica y dando las estocadas en los momentos justos, desairó a los tres campeones mundiales que le tocaron en suerte y todavía le quedó resto para demostrar que también sabía como sobrellevar 120 minutos de fútbol y definir a su favor desde el punto del penal. Sí, créanlo o no, hoy Costa Rica está entre los 8 mejores del mundo y por merecimientos propios, ya que nadie le regaló absolutamente nada (bueno, en realidad Uruguay le regaló bastante, pero sshh, mejor no digan nada).

Colombia no sorprende tanto pero si se pone en el tapete la deserción obligada y dramática de Radamel Falcao García, el "Cafetero" tiene un mérito inmenso. Primero se olvidó del gran goleador y jugador y luego puso sobre el verde un equipo siempre bien armado, sólido en todas sus líneas, sin espacios para el rival, contundente a la hora de serlo. Nada brillante, incluso con una Serie bastante accesible, suficiente, sumada a sus méritos, para meterse entre los mejores 8 del planeta.

Brasil es el peor Brasil que se ha plantado en Copa del Mundo alguna y eso a cuenta de que el Campeón Mundial (por penales ante Italia) de Estados Unidos '94 era un equipo muy opaco. Así, sin darle demasiadas vueltas al tema, pudo verse la mano gigantesca que le dio el árbitro mexicano en el partido inaugural ante Croacia y la cuota inmensa de fortuna que le hizo llevarse el partido de octavos ante el Chile del gran Sampaoli, el mejor técnico de América del Sur. El trasandino fue infinitamente superior, mereció con creces meterse en la nueva ronda que se avecina, pero infamemente quedó afuera de la Copa. Un anfitrión sin estrellas, salvo un Neymar más verde que una banana sin madurar y la actual zaga del PSG, compuesta por Tiago Silva el capitán y David Luiz, siempre eficientes en las dos áreas y con temperamento suficiente como para inflar una esquadra que se comprime a cada movimiento y a la que la camiseta verde y amarilla le pesa una tonelada y media. Se le pudo terminar la fiesta al pueblo brasilero pero la suerte y únicamente la suerte no quiso que el torneo en casa se transformara en un mar de lágrimas...una vez más.

Argentina pinta más de lo que demuestra en la cancha pero algunas de sus figuras, su planteo (por momentos), un Lionel Messi que esta vez ha aparecido con su magia en momentos claves, una Serie de película de ciencia ficción y por si fuera poco, algún rival muy endeble y excesivamente respetuoso, le facilitaron las cosas al máximo, aunque queda flotando la impresión de que el equipo de Sabella es de aquellos que van a más a medida que las exigencias aumentan. Y ese factor puede llevar a la albiceleste nada menos que a coronarse Campeón del Mundo en Brasil, aunque es justo reconocer que ésta última es una apuesta bastante aventurada todavía.

Francia es exactamente la expresión opuesta a la del Sud Africa 2010, la de la crisis, la de la tormenta, la de la verguenza sin límites, la que se fue del torneo casi antes de empezar. Hay que comenzar por el ahora disciplinado Patrice Evra, por el orden que ha impuesto del técnico Didier Deschamps y hay que seguir por la habilidad de Balbuena y la contundencia implacable de un recuperado Benzema. Los "Bleu" tienen gol, juegan el clásico buen fútbol que tantas veces les caracterizó y están respaldados por una buena defensa y un excelente arquero, Lloris, el de Tottenham Hotspur. Francia está para ganarle a cualquiera y puede ser el favorito que nadie tuvo en cuenta antes de la justa.

Alemania gana con susto pero gana. A veces puede imponer el fútbol atildado de Joaquim Low, en otras ocasiones recurre al estilo "topadora" que ha sido su sello desde siempre, bueno, al menos antes de Low. La virtud es que el entrenador no es caprichoso y no se cierra, es decir si se hace cuesta arriba con su estilo, no duda en recurrir a la clásica Alemania, la de antes, la de siempre. Cuando el equipo arriesga de más, la solución aparece por el lado del gran arquero de Bayern Munich, Manuel Neuer, quien con su velocidad asombrosa sale a cortar como un clásico "libero" del viejo "catenaccio" italiano. "Claro, así cualquiera", comentó alguien frente a la TV de una cafetería perdida en el mundo, luego que el rubio cuidavallas se mandaba un cierre de película, clausurando un ataque rival con mucha pinta de gol. Y en medio de su amargura, porque el hombre era hincha del rival, completó la apostilla con un "Si juego con 12 porque tengo un arquero-jugador, es fácil". Candidato? Claro, Alemania siempre lo es y esta vez no es la excepción en lo más mínimo. Mezut Osil y sus asistencias de gol que cualquiera aprovecha, la solidez y técnica de Lamb, la contundencia de...todos, el equipo, la tradición, hasta el "jogo bonito" por momentos, el mismo que no ha mostrado jamás el propio anfitrión del torneo.

Holanda no tiene ninguna pinta de desinflarse como tantas veces. No se quedó en la estrepitosa y humillante goleada al actual Campeón del Mundo, sino que el estupendo Arsen Robben, tantas veces criticado y hasta humillado, está liderando un nuevo movimiento "naranja" de características y final insospechados. No es que se parezca a la "Mecánica" del '74, tampoco a la del '78, pero tiene un "que se yo", como en el tango de Piazzola, que asusta tanto a los rivales como las fauces de un tiburón de Recife, en el nordeste de Brasil. No es sólo el "pelado" Robben, ya de por sí una pesadilla, hay más por todos lados, adelante, en el medio y atrás. Otro candidato de fierro.

Bélgica confirma las predicciones que la mostraban como una amenaza aún mayor que la mejor de todos los tiempos, la de los '80. Fellaini juega mucho más que en Manchester United y en todas las líneas aparecen futbolistas que son estrellas en las mejores Ligas de Europa, muy especialmente en la Premier de Inglaterra. Los "Diablos Rojos" están dentro de lo previsto, ganan, están entre los 8 mejores y amenazan con seguir saltando las vallas de la pista.ir

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