jueves, 24 de noviembre de 2011

NO WAY LUISITO...

   "El negro Miguel", "el flaco Juan", "el gordo Luis", "el conejo Guillermo", "el enano José", "el chino Recoba"...
     Los uruguayos se han pasado la vida poniendo apodos, tanto que podría afirmarse con toda soltura que al menos la quinta parte de la población del país se apoya en un sobrenombre, tal vez por si se les pierde el nombre original o porque con ese nuevo bautismo se resalta alguna característica especial del individuo o simplemente porque se les antoja, que al fin y al cabo nadie de afuera va a venir a indicarles qué apodos son correctos y cuáles no lo son, simplemente porque los rechaza la sociedad del Primer Mundo, tildándolos de discriminatorios o de...racistas.
     Se llama George Galloway, es un ex parlamentario inglés que jugó un importante rol al frente de la oposición a la guerra de Irak. Es lo que podría calificarse como un político de avanzada. La semana pasada dijo en una radio londinense, contestando concretamente a declaraciones del respetado Gustavo Poyet, que "espero que Poyet me esté escuchando, porque les voy a decir que el Uruguay es el país más racista del mundo entero". Obviamente en el mechero del programa estaba el caso de la acusación de racismo hecha pública por la Federación Inglesa de Fútbol (FA) contra el futbolista del Liverpool, el uruguayo Luis Suárez, tras haber sido éste denunciado por el defensa francés del Manchester United, Patrick Evra, por insultos de corte racista durante el partido que ambos equipos disputaron a mediados de octubre pasado por la Premier League inglesa, en Old Trafford.
      El político inglés aseguró haber pasado un tiempo en Uruguay, durante el cual pudo estudiar a fondo la conducta de los uruguayos con relación a este tema y así insinuó, por ejemplo, que los habitantes tienen tan arraigado el racismo en sus hábitos diarios, que ya ni se dan cuenta de su proceder y actúan en ese sentido de forma completamente natural, ni más ni menos que como lo hizo Luis Suárez dentro de la cancha, al proferir insultos de índole racista al francés Evra.
       Así reconoció que Suárez está educado en esa cultura racista casi natural, pero advirtió que de ninguna manera la Federación Inglesa (FA) debería siquiera considerar la posibilidad de declarar inocente al futbolista uruguayo, basando su presunta defensa en la diferencia cultural que existe entre ambas naciones en materia de racismo. Por el contrario, afirmó que en Inglaterra ese comportamiento resulta completamente inaceptable y que en consecuencia Suárez debe ser sancionado por su falta.
       Casualmente, o por causas desconocidas, Gallaway omitió que justamente la intención manifiesta de ofender, es el estandarte principal del racismo en cualquier caso que se juzgue, no sólo en el litigio Suárez-Evra. El mismo lo dijo, él mismo aventuró su opinión personal de que muy probablemente a Suárez ni se le pasó por la cabeza la mera posibilidad de que sus insultos tuvieran siquiera la mínima connotación racista. Mal puede configurarse la figura de racismo si está faltando el elemento escencial, que no es otro que la intención manifiesta de denigrar al otro en su misma raíz, en sus propios genes.
       Suárez tuvo un enfrentamiento con Evra, se insultaron como lo hacen los futbolistas dentro de una cancha desde el Paleolítico hasta nuestros días. Tal cual aseguró Joseph Blatter, presidente de la FIFA, "son incidentes que se resuelven en la cancha, con un apretón de manos al terminar el partido". Y es así, sin agregar ni un punto ni una coma. Y es así, aunque los ingleses hayan hecho poner de rodillas al mandamás del fútbol mundial para que les pidiera perdón. Y es así, aunque los propios ingleses lo hayan humillado hasta la infamia cuando, luego de hacerle pedir perdón, no le aceptaron las disculpas. Y es así, porque Luis Suárez, como podría haberlo hecho cualquier uruguayo, le dijo a Evra "tranquilizate negrito", sin la menor intención de ofender los genes de su raza, de la misma forma que le hubiera dicho "tranquilizate flaco" o "conejo", o lo que sea.
       Los futbolistas siempre declararon que este tipo de insultos dentro de una cancha quedan en el terreno de los hechos, toda la vida contestaron a la requisitoria periodística con el clásico "son cosas del fútbol" o "ya pasó, quedó adentro de la cancha, está todo bien".
       En este episodio la intención de agresión u ofensa racista la agregó el propio Evra, un llorón incapaz de resolver los pleitos como un hombre, tal cual insinuó claramente -con otras palabras, claro está- en su momento Gustavo Poyet, uno de los deportistas extranjeros más venerados y respetados en Inglaterra. Y a Evra, siempre conflictivo y protagonista de múltiples episodios en los que siempre mostró un sucio proceder, le siguieron la corriente los ingleses, prensa y FA, muy preocupados siempre por quitar del camino a los que les molestan demasiado y no pagan el peaje de tener el marketing imprescindible para contar con su visto bueno e incondicional apoyo.
       Luis Suárez y su fútbol se han vuelto insoportables para los ingleses. Los técnicos rivales ya no saben qué táctica aplicar para frenarlo, el uruguayo les destroza todo el trabajo de la semana previa al partido ante Liverpool. Los defensas se niegan a seguir haciendo el ridículo cada vez que lo enfrentan y quedan desairados, por lo cual ya habían comenzado esta trama acusándolo de fingir constantemente faltas inexistentes en su contra. La prensa no admite endiosar a alguien que proviene de un país sin peso alguno en el marketing, por más glorias que arrastre consigo. Luisito Suárez se les coló con mil quiebres y mil amagues en su imperio de dinero y poder, donde sólo están admitidos los opulentos.
       "No way Luisito".
     

3 comentarios:

  1. Excelente; elocuente y evidente la calidez de la mayoría de los muchachos nacidos por esas tierras,jaja... interpretar bajo la subjetividad las diferentes culturas y juzgarlas bajo mi patron de mi supuesta verdad y unica realidad viable e imperfectible, me pregunto, no es racismo? Me gusto el articulo, saludos...

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  2. Exelente el articulo, asi mismo lo senti yo, y creo que el politico ese deberia decir que ellos los ingleses son los mas 5racistas y descriminatorios del globo, es una falta de respeto y pa quedar bien con los africanos, le hayan dado esa sancion a luis, y aparte sin pruebas , nadie defendio al negrito hasta ahora, buen articulo, un abrazo desde New Orleans Louisiana FELIZ NAVIDAD Y ANO NUEVO PARA TODOS MIS COMPATRIOTAS RACISTAS JAJAJAJA SE LE FUE LA ONDA A ESE POLITICO

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  3. Esta bueno el articulo. Lastima que los cerrados Britanicos no te van a dar pelota. Pasa lo mismo en EEUU. La conciencia, por actos abusivos y discriminatorios que ellos mismos cometieron contra Africanos, los quema. Entonces se desquitan castigando a todos los que, en su opinion, son rascistas. Racismo existe en todo el mundo y es la maldad que impulsa el sentimiento. Lo unico que en Uruguay no los hicimos esclavos a los Africanos como lo hicieran ellos por mas de 100 años. En Uruguay no tenemos problema de Rascismo, pero tenemos que entender que en el resto del mundo (o el primer mundo), si lo hay. Mi pregunta es; tienen que ser tan severos aplicando la sancion a uno que hace poco llego a sus tierras?! Donde esta el perdon por falta de conocimiento a la cultura inglesa? Ademas es obvio que los Frances nunca cometieron un error.
    Gracias por el Blog.

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