"Un, dos un, dos un, dos..." En Inglaterra la noticia es clarísima: a "los Gatos Negros" de Sunderland el nuevo técnico ya les está haciendo marcar el paso. Según las malas lenguas, los métodos que parecían exclusivos del extrovertido -y también muy resistido- italiano Paolo Di Canio, ahora serían aplicados por el uruguayo Gustavo Poyet.
"No son buenas las comparaciones" había advertido el ex futbolista de River Plate, Zaragoza, Chelsea y Tottenham, apenas asumió el cargo menos de una semana atrás, cuando fue interrogado por los medios acerca de la presunción que existía en muchos allegados a Sunderland, en cuanto a que la tarea del uruguayo sería una suerte de continuación del trabajo del italiano. Y agregaba: "el ciclo de Di Canio finalizó, yo soy otra persona y soy diferente, así que por favor no comparen". Por cierto que las historias de ambos, en opinión de aquellos bien intencionados que las han estudiado a fondo, ni se tocaban, prácticamente no tenían puntos de contacto...hasta ahora. De ese modo el requisito del uruguayo para que no lo comparen con el italiano, tiene un asidero realmente sólido.
En un fin de semana sin fútbol local en gran parte del planeta, la noticia se focaliza en las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014. Pero ésta se coló abruptamente: "Gus Poyet (como se le llama en estas Islas) sigue los pasos de Paolo Di Canio. La Legión Extranjera debe aprender Inglés". Las líneas de The Sun en su edición "Papel", desafían los titulares sobre el espectacular debut en la selección inglesa del extremo del Tottenham Hotspur Andros Townsend, el hombre del partido, decisivo para la clara victoria local ante el entregado Montenegro.
Di Canio, quien entre otros clubes destacó vistiendo la camiseta del gran Milan, ha sido frecuentemente acusado de fascista, ya que las ideas que ha aplicado en los clubes que dirigió hasta ahora, se amoldarían casi a la perfección con dicha condición, al menos en opinión de aquellos que mucho lo conocen. El italiano hizo contratar nada más ni nada menos que a 13 futbolistas para su Sunderland, durante el reciente período de pases del último verano boreal. A su vez había sentenciado que "éstos futbolistas han elegido venir a jugar acá, así que tendrán que aprender a hablar en Inglés. Deben incorporar a su vocabulario al menos 5 palabras claves por día. Esa es su responsabilidad".
De todos modos, resulta obvio que los deberes marcados a sus futbolistas foráneos por el entrenador peninsular, no parecían siquiera rozar las ideas que se le adjudican, sino que más bien se acoplaban a la perfección con las premisas básicas que deben reinar en el vestuario de un club profesional en cualquier parte del mundo. Son normas que llevan al entendimiento natural, haciendo posible la comunicación entre todos: jugadores entre sí y con el Cuerpo Técnico.
Gustavo Poyet puede expresarse en Castellano, Inglés, Italiano y Francés. El políglota uruguayo habla fluidamente esos cuatro idiomas, lo cual no evita que pretenda exactamente lo mismo que su antecesor: "todos los jugadores tienen que hablar en un sólo idioma. Esto es clave para poder emprender entre todos la tarea de escalar posiciones, empezando por zafar del último lugar en la tabla". Claro que la invocación de esta necesidad imperiosa, la cual surge casi por decantación como algo absolutamente natural e imprescindible, no sólo en un club de la Premier League sino también en cualquier equipo de fútbol profesional del mundo, ya fue aprovechada por aquellos que de "sobrepique" nomás, apenas asumió Poyet, denunciaron públicamente al uruguayo como un continuador de la línea dura del italiano.
Concretamente, Gustavo Poyet trata de derribar la barrera del lenguaje, luego de haberlo aprendido de su amigo Denis Wise, cuando éste era el entrenador de Chelsea y el uruguayo aún jugaba allí. La que sigue es la anécdota contada por el ahora técnico de Sunderland y transcripta por el matutino The Sun: "un día durante el entrenamiento (de Chelsea) se escuchaban palabras pronunciadas por los futbolistas en todos los idiomas que uno pueda imaginar y que, obviamente, Wise (Denis, el entonces técnico "blue") no entendía, así que simplemente dijo 'basta, hasta aquí llegamos, desde ahora todos tienen que hablar Inglés'. Al principio yo (Poyet) me pregunté por qué había dicho eso, pero después los hechos me demostraron que era lo correcto, así que fue una buena decisión".
Lo acusan de continuar con la línea dura de Paolo Di Canio. Poco o nada importa que la medida adoptada por Gustavo Poyet, en el sentido de que todos sus futbolistas se expresen en Inglés, se caiga de madura. Y tampoco interesa que Sunderland todavía no haya jugado ningún partido bajo su conducción. Por supuesto que no cuesta nada imaginarse lo que le espera...
Alvaro, muy buena tu nota. Sólo un comentario. Decir que Di Canio es acusado de fascista por las ideas usadas en los clubes que dirigió es muy corto. Principalmente el es acusado de fascista por las ideas políticas que tiene también fuera de la cancha.
ResponderEliminarhttp://www.giornalettismo.com/archives/856901/paolo-di-canio-fascista-a-sua-insaputa/
Wikipedia:
Polémicas
Di Canio nunca ha escondido su simpatía por la ideología fascista de Benito Mussolini, personaje al que admira. La manifestación de su ideología, que tiene también tatuada en la piel través la palabra "DVX", en multitud de ocasiones le ha llevado a ser aclamado por la Curva Nord, los hinchas de su antiguo club el SS Lazio, principalmente por el grupo ultra Irriducibili. En concreto, el saludo romano protagonizado en un clásico contra el AS Roma le catapultó a la primera página de los medios deportivos de todo el mundo. También es famoso por portar en su espalda un tatuaje con un águila imperial.
Abrazo